WASHINGTON POST

Washington Post: la utilización de Malvinas para tapar la crisis interna le impide al gobierno participar del negocio petrolero
Puede suponerse que un gobernante argentino está en problemas políticos si saca a luz, otra vez, el asunto de las Islas Malvinas", afirmó hoy un editorial del diario The Washington Post.
"En este caso el gobernante atribulado es la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, cuyo Gobierno populista ha perdido el apoyo de la mayoría del país", añadió el artículo.
Cuando Fernández recibió la visita el lunes pasado en Buenos Aires de la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Rodham Clinton, la presidenta "pidió que Estados Unidos actúe como mediador en la disputa de Argentina con el Reino Unido sobre el archipiélago gobernado por Londres desde 1833".
"Clinton instó a ambas partes a que dialoguen y, sabiamente, eludió la sugerencia de una mediación -según el Post-. Esa neutralidad mantiene la política tradicional de Estados Unidos en torno a las Falklands (nombre que el Reino Unido da a las islas)".
El editorial añadió que "conviene recordar que la interpretación equivocada de las señales desde Washington ayudó a producir la desastrosa invasión argentina (de las Malvinas) en 1982".
"En este caso es difícil ver por qué el Gobierno de (el presidente Barack) Obama debería lanzar un salvavidas a Fernández, quien no se ha mostrado tímida agitando el sentimiento antiestadounidense en la región", señaló el editorial.
Fernández de Kirchner "no amenaza con el uso de la fuerza y señala una provocación: la llegada a las aguas territoriales de las islas de un barco de exploración petrolera de una compañía británica".
"La presidenta (Fernández) aprovechó el episodio para incitar el curioso patrioterismo que las islas inspiran en su país", siguió el artículo.
"Si hubiese petróleo en torno a las Falklands, Argentina podría ser la primera beneficiada si dejara a un lado su nacionalismo insensato", según el editorial.
"Sus puertos y sus empresas podrían dar la base de operaciones y de suministros para la industria", añadió.
"Fernández de Kirchner podría persuadir a las empresas petroleras para que empiecen la explotación petrolera en las aguas de Argentina", agregó.
"Esto, por supuesto, requeriría que el Gobierno argentino recuperase la confianza de los inversionistas extranjeros a los que ha ahuyentado con su mezcla tóxica de populismo y capitalismo de amigotes", aseveró.
"Para Fernández de Kirchner es más fácil hacer discursos acerca del colonialismo, aún si estos no traen muchos beneficios", concluyó el editorial.