jueves, 10 de diciembre de 2009

CAPITAN MIGUEL ANGEL PAIVA

Nació el 31 de mayo de 1941 en la ciudad de Buenos Aires.

Ingresó al Colegio Militar de la Nación el 19 de febrero de 1958, y egresó como subteniente del arma de infantería.
Su último destino fue la Escuela Superior de Guerra, en calidad de alumno. Poseía la especialidad de paracaidista militar.
Estaba casado con la señora Raquel Elvira Villegas, con quien tuvo cuatro hijos.

Falleció el 2 de octubre de 1974.
Fue ascendido post mortem al grado de mayor.

Siendo las 07:30 horas del día 2 Octubre de 1974, el Capitán Paiva, se encontraba en una parada de ómnibus, para dirigirse a su destino.
De improviso, tres individuos jóvenes que lo habían seguido, le dispararon con un arma automática, hiriéndolo mortalmente y dándose a la fuga en un vehículo que los esperaba, conducido por una mujer.

El autodenominado ERP publicó en su órgano de prensa y propaganda N° 43 Estrella Roja (4 de noviembre de 1974, página 18), bajo el título Crónica de la Guerra Revolucionaria, correspondiente a las acciones del mes de octubre, lo siguiente:

Día 2, Buenos Aires.
El ERP ejecutó al Capitán del Ejército contrarrevolucionario Miguel Ángel Paiva.

Los diarios del día 3 de octubre de 1974, publicaron los detalles del asesinato, mientras que otros títulos expresaban que la Presidente denunció la actividad de mercenarios al servicio de intereses extranjeros, en el mensaje dirigido al país desde Santiago del Estero.

Clarín tituló en su primera página:

Asesinaron en Palermo al Capitán Miguel Paiva

y en el desarrollo del artículo expresa:

Ayer, a las 07:20 el Capitán Miguel Angel Paiva abandonó su domicilio ubicado en Córdoba 4665 y se dirigió caminando hacia la parada de los ómnibus de la línea 15, en los que habitualmente viajaba hacia la Escuela Superior de Guerra.
Paiva, que vestía de civil, cruzó la avenida Córdoba en diagonal, en dirección a un portón negro por el que se ingresa a un Salón de Fiestas.
Mientras el Capitán detenía su marcha por unos segundos para comprar un diario, tres individuos jóvenes que llevaban abrigos colgados de sus brazos, se acercaban a él.
El militar siguió caminando y al llegar al poste indicador de la línea 15 los tres hombres que lo seguían sacaron de entre los abrigos, armas de fuego –dos ametralladoras y un revólver– y comenzaron a dispararle desde corta distancia.
El Capitán Miguel Angel Paiva no tuvo ninguna posibilidad para intentar defenderse y cayó herido mortalmente, alcanzado por no menos de 12 impactos de bala.

El día 3 Octubre 74, dos días después de su asesinato, el Jefe de Policía anunció en conferencia de prensa que había sido identificado el asesino y sus cómplices.
Al respecto, el 4 de octubre de 1974, Clarín tituló:

Capitán Paiva, fue identificado el asesino y más abajo:

La policía indicó como autor material a Mario Favario.
Dos cómplices.

En su contenido entre otras cosas, dice que Favario había sido detenido en 1972 y amnistiado el 25 de mayo de 1973 y que el autor del asesinato de Paiva fue Jorge Carlos Molina (a) Molina Chico y que la conductora del vehículo era Sara Albertina López Dupuy, esposa de Favario.

La Prensa tituló en su primera página:

Asesinaron a balazos al capitán Miguel A. Paiva

La víctima presentaría 12 impactos de bala calibre 9 y 38 mm., mientras otros proyectiles disparados por los homicidas, presuntamente con una ametralladora, hicieron blanco en la puerta de acceso de una confitería.

Según este diario los delincuentes se movilizaban en un Fiat 128 y fueron apoyados por otros hombres que estaban en un automóvil, huyendo ambos vehículos a gran velocidad.

Declaraciones políticas

La mesa directiva del Comité Nacional de la U.C.R., que presidía el Dr. Ricardo Balbín, emitió un documento en el que luego de analizar la situación nacional, dice:

Frente al ataque indiscriminado de que son objeto los integrantes de la Fuerzas Armadas, volvemos a levantar nuestra voz de repudio y solidaridad.
Más adelante agrega:
Nos consta que la empresa de consolidar en plenitud las instituciones de la República no es tarea fácil ni de pocos, sino de esfuerzo del conjunto, en el cual las Fuerzas Armadas, que las sabemos hoy consustanciadas con el pueblo y de cuyas entrañas emergen, están ofreciendo con espíritu de Soldado, el noble y silencioso sacrificio de sus vidas como aporte significativo a la democratización de Argentina.

Cabe también señalar lo expresado por distintos legisladores durante el debate de la Ley 20.840 de represión de actividades subversivas, que constan en el Diario de Sesiones de la H.C. de Senadores, pocos días antes de la muerte del Cap Paiva (26 y 27 de setiembre) pues traducen la situación que estaba viviendo el país.

Senador Leopoldo Bravo

Creo que lo que estamos haciendo hoy no puede llevar a la convicción de los argentinos la idea de que se trata de un programa para detener esto que constituye ya realmente una guerra civil.

Senador Díaz Bialet

Prefiero la injusticia al desorden, dijo Goethe, desesperado.
El concepto que no puede ser integralmente compartido, encierra sin embargo una gran verdad, porque el desorden o la subversión no es fundamento de los justos y lesiona inexorablemente los esenciales valores de una sociedad…

Senador Cerro

La Argentina está viviendo una situación límite, es cierto.
También es verdadero que hay urgencia en salir de esto.

Senador Cornejo Linares

… esta es la hora de actuar, de defender lo más caro que tenemos, no ya las instituciones y el Estado sino la misma nacionalidad, que se ve comprometida por esta conspiración de raíz internacional. … el país vive una escalada de violencia que pone en peligro los supremos valores morales del Estado y de la Nación misma.

Senador de la Rúa

Lo cierto, señores senadores, es que debe ponerse término a la violencia.
Y para esto el Estado –que como estado de derecho es el único que puede tener el monopolio de la fuerza– debe utilizar medios idóneos.

Senador Caro

Después de esto, tal vez nos tocará empuñar el fusil en vez de los códigos y las leyes.

Hay una imagen de la Justicia que anda rondando por allí: una Temis que en vez de venda sobre los ojos lleva antifaz, que en lugar de la balanza tiene una metralleta y en reemplazo de la espada tiene una escopeta Itaca.
Debemos volver a la verdadera imagen de la Justicia.

(Textos tomados del libro Guerra Revolucionaria en la Argentina (1959-1978), del Grl. Div. Ramón G. Díaz Bessone).

sábado, 5 de diciembre de 2009

CORONEL JORGE OSCAR GRASSI

Coronel D Jorge Oscar Grassi
Nació el 4 de abril de 1925, en Tornquist, provincia de Buenos Aires.

Ingresó al Colegio Militar de la Nación el 25 de febrero de 1944, de donde egresó como subteniente del arma de ingenieros el 22 de julio de 1947.
Prestó servicios en numerosas unidades de su arma, en las guarniciones de Curuzú Cuatiá, Posadas, Olavarría, Las Lajas (Neuquén), Uspallata, Campo de los Andes y Mendoza.

En 1968 y 1969 ocupó el cargo de Jefe del Batallón de Ingenieros 141, en La Rioja, donde se desempeñó en una tarea de apoyo a la comunidad con singulares resultados prácticos.

Pasó luego a dirigir una tarea similar (acción cívica) como oficial de ingenieros del Comando del Tercer Cuerpo de Ejército, a partir de 1970, en Córdoba, mereciendo destacar que durante su gestión se entregaron en distintas poblaciones, diez escuelas y cuatro dispensarios.

Cumplia dicha función cuando fue asesinado el 25 de setiembre de 1974.

Estaba casado con la señora Esther Correa y era padre de dos hijos.

Fue Ascendido post mortem al Grado de General de Brigada.

Como lo hacía diariamente, a las 0710 horas del mencionado día, el Cnl Grassi abandonaba su domicilio en la calle 8 N° 35 del Barrio Parque Vélez Sársfield.

Luego de cruzar un pequeño jardín llegó a la acera y advirtió la llegada de un automóvil del cual se apearon dos sujetos armados que le abrieron fuego.

Parapetándose tras la camioneta que lo esperaba, logró eludir la primera ráfaga, pero nuevos disparos lo alcanzaron en la pierna izquierda y en el abdomen.

Los terroristas iniciaron la huida, no sin antes lanzar una ráfaga contra el Soldado, el que salvó su vida arrojándose al piso de su vehículo.

El Coronel Grassi, gravemente herido, fue socorrido por su propia esposa y vecinos que acudieron al cesar el tiroteo, pero falleció antes de poder ser intervenido en un nosocomio próximo a su domicilio.

Se tomó conocimiento a través de la revista del ERP Estrella Roja, que con motivo del fracasado intento de copamiento del Regimiento 17 de Infantería en Catamarca, donde murieron 16 extremistas, El Comité Central del Partido Revolucionario de los Trabajadores, dirección político – militar del Ejército Revolucionario del Pueblo, tomó la grave determinación… de responder con una ejecución de Oficiales indiscriminada.

Dichas acciones fueron iniciadas el señalado 25 de Setiembre con los asesinatos del coronel Grassi en Córdoba y del Teniente 1ro Brzic en Rosario, y un atentado del que resulta herido el Teniente Coronel Roberto López Paz, también en Córdoba.

Como veremos más adelante, en los dos meses siguientes se produjeron ocho muertes más.
Los diarios del 26 de setiembre mostraban en amplios titulares la conmoción causada por los atentados del día anterior, mencionando las adhesiones y expresiones de pesar que distintas entidades civiles hicieron llegar a las autoridades del Ejército.

La Nación expresa:

Por su parte, legisladores integrantes de las Comisiones de Defensa de las dos Cámaras del Congreso Nacional testimoniaron al Teniente General Anaya (Comandante General del Ejército) su pesar por la trágica muerte de los dos Oficiales (Cnl Grassi y Tte 1ro Brzic).

Más adelante, dicho diario, transcribe la nota de pésame que remitiera al Comando del Ejército el comisario general Alberto Villar, Jefe de la Policía Federal Argentina:

Una vez más la historia de la Patria enluta sus páginas de dolor y enuncia un himno de gloria; unidos en la trascendencia de su vocación argentina, han caído, en cumplimiento de su más alto juramento, el Coronel Jorge Oscar Grassi y el Teniente 1ro Roberto Luis Brzic…

Asimismo transcribe el mensaje que el interventor nacional en la provincia, Brigadier Mayor (R) Raúl Oscar Lacabanne, difundió por la red local de radio y televisión:

A sólo cinco días de que la excelentísima señora Presidente de la Nación… María Estela Martinez de Perón convocara a todos los argentinos… para que marchemos por la ancha senda de la unión nacional… un nuevo acto de barbarie criminal, vil y cobarde enluta a las Fuerzas Armadas de la Nación y al Pueblo.

Es decir a la Patria misma.
… deseo expresar… nuestra indignación, nuestro repudio y nuestra enérgica condena por el atentado perpetrado por bandas criminales, empeñadas en destruir los cimientos de la nacionalidad…

Otro titular dice:

Ejército: firme actitud ante los atentados.

El General Anaya pronunció un enérgico discurso.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

ATAQUE E INTENTO DE COPAMIENTO DE LA GUARNICION MILITAR DE AZUL

Teniente Coronel Jorge Roberto Ibarzábal

Nació en Pehuajó (provincia de Buenos Aires) el 28 de marzo de 1928.

Ingresó al Colegio Militar de la Nación el 1 de Abril de 1947, egresó como Subteniente del Arma de Artillería el 12 de Diciembre de 1950.

Cursó la Escuela Superior de Guerra graduándose como Oficial de Estado Mayor.

Su último destino fue el de jefe del Grupo de Artillería Blindado 1, con asiento en la Guarnición Militar Azul, donde fuera secuestrado.

Fue asesinado en circunstancias en que era transportado por sus captores el 19 de noviembre de 1974, luego de haber soportado en condiciones infrahumanas diez meses de sufrimiento.

Estaba casado con la señora Nélida Teresa de Agreda y tuvo tres hijos.

Fue ascendido post mortem al grado de Coronel.

El 19 de Noviembre en la localidad de Quilmes, una patrulla control de ruta de la policía provincial advirtió a las 19:00 horas el paso de tres vehículos sospechosos (dos automóviles y una camioneta) que se desplazaban aparentemente en convoy.

Al advertir el hecho, los efectivos policiales iniciaron la persecución de los citados vehículos, que ya habían emprendido la fuga.

En esas circunstancias se produce la detención de la camioneta, y quien se encontraba a cargo de la misma extrajo un arma corta y efectuó un disparo al interior del armario metálico que transportaba en la caja del vehículo, arrojó el arma al suelo y se entregó con los brazos en alto, sin ofrecer resistencia.

Cuando los policías lo detuvieron, comprobaron que había dado muerte a un hombre que se encontraba dentro del armario aludido.

Presentaba un impacto en pleno rostro y su fallecimiento se produjo en forma instantánea.

Era el Teniente Coronel Ibarzábal.

Su estado físico era deplorable, como consecuencia del prolongado encierro en las denominadas cárceles del pueblo, en las que se lo hacía rotar periódicamente para evitar su localización por las fuerzas del orden.

El 17 de febrero de aquel año 1974, mediante un panfleto, el ERP hace saber a los medios de difusión que:

…habiendo tomado conocimiento que los dos subversivos reclamados fueron detenidos fuera del perímetro del C 10 (Regimiento de Caballería Blindado 10) donde actuó la Policía Federal y la Justicia Federal,… el estado mayor del Ejército Revolucionario del Pueblo resuelve:

Suspender la ejecución del Tcnl Ibarzábal.…, se aplicará la justicia popular sin juicio sumario a la Policía Federal.

Las repercusiones periodísticas de este criminal hecho fueron publicadas, entre otros medios de comunicación social, por el diario Clarín, el cual después de relatarlo objetivamente expresó:

… El extremista… que tras consumar el crimen se entregó sin resistir, fue identificado más tarde como Sergio Gustavo Licowsky, polaco, de 23 años.

Prosigue la crónica de Clarín, y expresa:

…al efectuarse un reconocimiento de la camioneta donde sus captores transportaban al infortunado jefe militar, se comprobó que ésta se hallaba preparada como una verdadera cárcel móvil.

Durante su cautiverio era trasladado en dicho vehículo, de una a otra cárcel del pueblo para evitar ser descubiertos, manteniéndolo adormecido bajo los efectos de una droga.

En los primeros días de cautiverio, la organización terrorista había amenazado con la ejecución de Ibarzábal buscando la permuta por dos subversivos que creían detenidos, durante el asalto al cuartel.

Más adelante esa misma edición de Clarín señala:

Otro elemento que introdujo una mayor cuota de dramatismo a su cautiverio fueron las solicitadas que sus familiares publicaron periódicamente en busca de vías de comunicación con el cautivo y reclamando su libertad.

Ese escueto como dramático epistolario comenzó a hacerse habitual en los diarios porteños.

Otro apartado expresa:

Durante los diez meses que el teniente coronel Ibarzábal pasó en el poder de sus secuestradores, avisos como el que se reproduce se publicaron en varios diarios metropolitanos.

Resultó un medio de comunicación utilizado por su familia para llevarle tranquilidad al militar asesinado.

Los avisos publicados tenían las siguientes características:

Para la Organización declarada ilegal (lo fue por decreto del Poder Ejecutivo – Lastiri – N° 1453/73), Ibarzábal y el subdirector de la Fábrica Militar de Pólvora y Explosivos de Villa María, Mayor Ingeniero Julio Argentino Larrabure, eran prisioneros.

Ello hacía guardar cierta esperanza respecto de la suerte que corrían en manos de sus captores.

El episodio de ayer –similar al protagonizado por los extremistas en el caso Oberdan Sallustro– constituyó una dolorosa comprobación, con la que se cierra otro sangriento capítulo de la acción extremista en la Argentina.

El 20 de noviembre de ese año, en un nuevo comunicado titulado Parte de Guerra, publicado en el Nº 45 de la revista Estrella Roja, el ERP reconoce la forma y autoría del asesinato diciendo en su primer párrafo:

Al pueblo

En el día de ayer, siendo las 19:30, aproximadamente, en el transcurso de un traslado de rutina del prisionero de guerra teniente coronel Ibarzábal, fue interceptado el vehículo en que se lo transportaba, por un control caminero de las fuerzas represivas, en la intersección de las avenidas San Martín y Donato Alvarez, en Francisco Solano, produciéndose un enfrentamiento que obligó a ajusticiar al detenido…

Soldado Daniel González

Prestaba servicios en el RC Tir Bl 10

Durante el ataque e intento de copamiento de la Guarnición Militar Azul (noche del 19 de enero de 1974) el citado soldado se encontraba apostado como centinela en el puesto del polígono de tiro.

Por dicho lugar penetró la masa de los subversivos, pretendiendo copar las unidades.

El soldado González fue muerto en una acción comando ejecutada por los extremistas, siendo la primera víctima del atentado.

(nota del sitio: Para las organizaciones que se llaman de derechos humanos, este soldado conscripto no era un "chico de la guerra", como muchos otros víctimas del terrorismo marxista que no les sirven para su propaganda falaz)

Las repercusiones en los distintos sectores del quehacer nacional, inmediatamente después del intento de copamiento, fueron, entre otras:

Carta del presidente Juan Domingo Perón al personal militar de la Guarnición Azul:

Buenos Aires, 22 de enero de 1974.

Señores Jefes, Oficiales, Suboficiales y Soldados de la Guarnición Azul

S…/…D.

Como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y soldado experimentado luego de más de sesenta años de vida en la Institución, quiero llegar directamente a ustedes para expresarles mis felicitaciones por el heroico y leal comportamiento con que han afrontado el traicionero ataque de la noche del sábado 19 de enero de 1974.

Los ejemplos dados por los jefes y oficiales que han llegado hasta ofrendar sus vidas, tuvo la misma repercusión en los suboficiales y soldados que –con su valentía y espíritu de lucha- repelieron la agresión, con la colaboración de los efectivos de la Armada y Fuerza Aérea.

Quiero asimismo hacerles presente que esta lucha en que estamos empeñados, es larga y requiere en consecuencia una estrategia sin tiempo.

El objetivo perseguido por estos grupos minoritarios es el pueblo argentino, y para ello llevan a cabo una agresión integral.

Por ello, sepan ustedes que en esta lucha no están solos, sino que es todo el pueblo que está empeñado en exterminar este mal y será el accionar de todos el que impedirá que ocurran más agresiones y secuestros.

La estrategia integral que conducimos desde el Gobierno, nos lleva a actuar profundamente sobre las causas de la violencia y la subversión, quedando la lucha contra los efectos a cargo de toda la población, las fuerzas policiales y de seguridad, y si es necesario de las Fuerzas Armadas.

Teniendo en nuestras manos las grandes banderas o causas que hasta el 25 de mayo de 1973 pudieron esgrimir, la decisión soberana de las grandes mayorías nacionales de protagonizar una revolución en paz y el repudio unánime de la ciudadanía, harán que el reducido número de psicópatas que va quedando, sea exterminado uno a uno para el bien de la República.

Vaya mi palabra de consuelo para los familiares que perdieron sus seres queridos, de aliento para los heridos y de esperanza para las familias del coronel Gay y teniente coronel Ibarzábal. Tengan la certeza que todo el poder del Estado está siendo empleado para lograr su liberación.

Quiera Dios que el heroico desempeño de todos ustedes nos sirva siempre de ejemplo.

Juan D. Perón
Presidente de la Nación

Actitud del gobierno nacional (Presidente de la Nación, General Perón)

Pocas horas después que la guerrilla atacó el cuartel de Azul, el presidente Perón dirigió al país un mensaje por los medios de difusión entre cuyos conceptos señalamos (diario de sesiones, Cámara de Diputados, enero 24/25 de 1974, Pág. 5497).

… todo tiene un límite.

Tolerar por más tiempo hechos como el ocurrido en Azul, donde se ataca a una institución nacional con los más aleves procedimientos, está demostrando palmariamente que estamos en presencia de verdaderos enemigos de la patria, organizados para luchar en fuerza contra el Estado, al que a la vez infiltran con aviesos fines insurreccionales…

… (se trata de) una organización que, actuando con objetivos y dirección foráneas ataca al Estado y a sus instituciones como medio para quebrantar la unidad del pueblo argentino…

En consecuencia, ni el gobierno ni el pueblo… pueden permanecer inermes ante estos ataques abiertos… ni tolerar el abierto desafío a su autoridad, que pone en peligro la seguridad de la ciudadanía…

… se trata de poner coto a la acción disolvente y criminal que atenta contra la existencia misma de la patria y de sus instituciones…

La subversión fue caracterizada con una precisión hoy olvidada y a su vez le respondió a Perón:

Perón perdió la serenidad y se colocó sin simulaciones a la cabeza de la cruzada contrarrevolucionaria, haciendo de la lucha antiguerrillera el centro de la política gubernamental.

Esta importante definición… da abruptamente por tierra con lo que quedaba de las ilusiones de un Perón progresista o revolucionario y lo muestra tal cual es, el jefe de la contrarrevolución.

Es parte del artículo que escribió Mario Roberto Santucho, el jefe del PRT y del ERP con el título: Después de Azul; balance y perspectiva, que publicó El Combatiente (30 de enero 74, Pág. 2).

La ruptura Gobierno - ERP era total desde ese momento, culminando con la expulsión de Montoneros de la Plaza de Mayo por el presidente Perón, el 1 de mayo de ese año.

Ocho meses después de haber sido derogada toda la legislación represiva sancionada por la "Revolución Argentina", el Poder Ejecutivo eleva al Congreso el proyecto de reformas al Código Penal.

En el mensaje dice, entre otras cosas… obedece a la necesidad de reprimir severa y adecuadamente conductas que… han llenado de zozobra a la población.

(Diario de sesiones, Cámara de Diputados, enero 24/25 de 1974 Pág. 5493). El proyecto fue enviado el 6 de diciembre de 1973, seis meses después de las derogaciones del 25 de mayo.

En la sesión de la Cámara de Diputados de los días 24/25 de enero de 1974, se dijo lo que a continuación sintetizamos (-Íbid. Pág. 5497 y siguientes).

Diputado Porto

–Estamos ante un hecho gravísimo ejecutado por individuos… que pretenden sembrar el caos y el terror, oponiéndose a la voluntad prácticamente unánime del país, pretendiendo la destrucción de la República y del régimen de vida de sus habitantes.

–Nadie podrá negar que el Estado tiene como una de sus principales obligaciones la de defender a la sociedad contra la delincuencia… defenderla contra las agresiones externas e internas, en primer término, y luego conseguir su bienestar material y espiritual.

–Cuando dictamos las leyes (de amnistía, derogaciones de normas, supresión de la Cámara Federal en lo Penal…) quisimos efectuar un acto de justicia con los guerrilleros y combatientes populares, muchos de ellos verdaderamente héroes y mártires…

Pero un grupo… ha seguido ejecutando los mismos actos de violencia que antes; siguen las bombas, los atentados a las instituciones, la tenencia de armas de guerra, los secuestros, los asaltos. Tales actos de violencia van ahora dirigidos, no contra la tiranía, como antes, sino contra el estado de derecho republicano… (¡!)

Diputado Musacchio

–El actual Presidente de la República manifestó desde Madrid frente a los hechos que asolaban al gobierno de facto, que la violencia de arriba justifica la violencia de abajo…

Pero es que de acuerdo con la lectura del pensamiento expuesto por el señor Presidente estos últimos días, parecería que la interpretación de la violencia de arriba se reduce a las actividades dictatoriales del gobierno de facto…

–Y yo recuerdo que hace poco tiempo dictamos en esta Cámara una ley de reforma al Código de Procedimientos que era más benigna en esta materia…

El señor Presidente de la República ha manifestado que si no sancionamos esta ley el gobierno se encontrará indefenso frente a la subversión y el terrorismo… Nosotros sostenemos que no es así.

Diputado Valenzuela

El Presidente de la República ha dicho… que el Estado argentino se halla prácticamente en situación de indefensión frente a grupos armados que están haciendo esta escalada de violencia.

Sostengo que no es exacto.

Toda vez que nuestro Estado para su defensa cuenta con una estructura jurídica, política y social idónea… cuenta con una institución prestigiosa como son las fuerzas armadas… no ya exclusivamente para la defensa de la soberanía… sino también para contrarrestar ataques internos, entre los que se encuentra precisamente la subversión.

Diputado Monsalve

–En aquel momento (25 Mayo 73), a la ley de amnistía que se esperaba ansiosamente se sumaba otro factor, el de la prometida derogación de la legislación represiva.

En esta oportunidad… se piensa que de aquí puede salir la reimplantación del aparato represivo y de las leyes que entonces se derogaron.

Esta reimplantación de la legislación y del aparato represivo se torna una realidad… Entre ambos proyectos de ley (remitidos por el Poder Ejecutivo) se establece pues la nueva legislación represiva, aquella que se derogó hace unos meses…

–Esta Cámara, en aquella oportunidad, aprobó la derogación de las leyes represivas presionada por las manifestaciones callejeras alentadas por quienes habían triunfado en las elecciones de marzo y abril del año pasado; manifestaciones que integran seguramente buena parte de las fuerzas que hoy están colocadas en la subversión…

–Cabe preguntarse por qué hoy, después de casi un año de gobierno popular, subsiste, aún agravada, la violencia que todos repudiamos… vemos que nuestro país se ha transformado en una nación en la que los hombres no pueden tener, cuando salen de su casa para ir a trabajar y ganarse la vida, la seguridad de que volverán a ella enteros para reunirse con sus familiares.

–Los diarios dan un promedio de uno a dos secuestros diarios…

–Lo afirmó el propio Presidente de la República con todas las letras… yo a eso lo he conocido "naranjo" cuando se gestó ese movimiento que no es argentino (la subversión).

Ese movimiento se dirige desde Francia, precisamente desde París…

Diputado Moyano

–Tal vez las mismas manos asesinas que segaron vidas inocentes en Azul, son también las que han matado… desde el asesinato del general Aramburu hasta la actualidad… Suman centenares de víctimas argentinas… la civilidad toda ya no sabe qué va a hacer con su vida. Los secuestros están a la orden del día… la vida de las personas está desamparada.

–… Lo ha dicho el propio Presidente de la Nación, desde algunos gobiernos provinciales se ha facilitado la acción de estos agentes del caos o se los ha tolerado con complicidad.

Diputado Sueldo

–Asesinar Soldaditos Conscriptos que cumplen con su período militar… así como Oficiales y Suboficiales, es algo que no empieza en los últimos meses. Se practicó abundantemente bajo la dictadura militar¿Entonces era bueno y ahora es malo?

–… Antes se aprobaron y se alentaron actividades que ahora se quiere eliminar, olvidando que quien siembra vientos cosecha tempestades.

Un diálogo esclarecedor

El 8 de febrero se realizó una conferencia de prensa en la residencia presidencial. En tal oportunidad se produjo un áspero diálogo entre Perón y la periodista Ana Guzzetti del diario El Mundo orientado por la JP, desde donde se hacía la apología de la subversión.

El diario La Nación del 9 de febrero reproduce el diálogo:

Periodista: "Sr. Presidente, cuando Ud. tuvo la primera conferencia de prensa con nosotros yo le pregunté qué medidas iba a tomar el gobierno para la escalada de atentados fascistas que sufrían los militantes populares.

A partir de Azul… y después de su mensaje llamando a defender al gobierno, esa escalada fascista se ha ampliado mucho más.

En el término de dos semanas hubo exactamente 25 unidades básicas voladas… hubo doce militantes muertos…

Evidentemente, todo está hecho por grupos parapoliciales de ultraderecha.

Perón: ¿Ud. se hace responsable de lo que dice?

Eso de parapoliciales lo tiene que probar.

Y dirigiéndose al edecán le dijo:

Tomen los datos necesarios para que el Ministerio de Justicia inicie la causa contra esta señorita.

Periodista: ¿Quiero saber qué medidas va a tomar el gobierno para investigar tantos atentados fascistas?

Perón: Las que está tomando; esos son asuntos policiales provocados por la ultraizquierda y la ultraderecha.

La ultraizquierda que son ustedes (señalando a la periodista con el dedo) y la ultraderecha que son los otros…

El Poder Ejecutivo lo único que puede hacer es detenerlos a Uds. y entregarlos a la Justicia. A Uds. y a los otros.

Lo que nosotros queremos es paz, y lo que Uds. no quieren es paz.

El 13 de febrero El Combatiente, publicación del PRT (también Estrella Roja del 4 de marzo de 1974 le dedica su editorial) anunció con grandes titulares:

Se formó la Junta Coordinadora Revolucionaria, integrada por el ERP de Argentina, Tupamaros de Uruguay, el ELN de Bolivia y el MIR de Chile.

A esa creación se refería el editorial, firmado por un guerrillero, Benito Urteaga.

Insiste en los ataques a Perón y cita al jefe del ERP, Santucho, para fundamentar tales ataques.

Transcribimos algunos párrafos:

Hasta ahora han coexistido, cada vez más dificultosamente, dos peronismos dentro del mismo movimiento.


Un peronismo burgués, burocrático, contrarrevolucionario, pro imperialista (no pro soviético) al que Perón ha venido dando su aval creciente.

Otro peronismo popular, revolucionario, combativo…

Hoy Perón lanza su anatema. Ya no hay dos peronismos, Hay uno solo, el burgués…
… El frente revolucionario peronista… señaló en reciente conferencia de prensa: Consideramos que desde el momento en que el gobierno no está cumpliendo con un plan de liberación nacional, da lugar a que todas las organizaciones revolucionarias asuman la actitud que crean conveniente…


Creemos que Perón ha tratado muy mal a la juventud peronista.

Aclaración: Las expresiones del nivel Ejecutivo y Legislativo Nacional fueron obtenidas del libro Guerra Revolucionaria en la Argentina (1959 – 1978) del Grl. Div. Ramón Genaro Díaz Bessone. Círculo Militar, 3ra. edición,Buenos Aires,1996.


jueves, 26 de noviembre de 2009

FABRICIO CARRASCUL "EL BRAVO DEL 25"

Al Cordobés” Ya estaban en el cielo Estévez y Oviedo y Dios no le alcanzo con esos Ángeles, entonces decidió llevarse al joven cordobés Fabricio Carrascull.

Una cinta celeste y blanca abraza todo el conjunto, y hojas de laureles bordean el escudo como símbolo y homenaje a los próceres y héroes de región y patria toda.

Ya el glorioso jefe de Sección había dado todo por su Sección, el Cabo joven Cabo llevo sus pasos, y entonces llego el último bravo de la compañía “C” de la sección “BOTE” de los “BRAVOS DEL 25”.

Se hizo cargo de la sección, dirigía el fuego de la propia artillería, (cuando en el Comando de Artillería, escuchaban a este Soldado no instruido para llevar una sección adelante, se sorprendieron como acertaba en todos los objetivos).

Hizo el contrataque nocturno y el repliegue de su Sección ofrendando su vida en esta acción.

El joven cordobés de Hernando siguió los mismos pasos de una de las glorias de la infantería argentina, el TENIENTE ROBERTO ESTEVEZ.

Acá termina las cuatro semblanzas del BRAVO 25.

Ellos son cuatro soldados sin otro pensamiento que llevara cabo su misión, cuatro leones dispuestos a todo por lograr la victoria.

Cuatro héroes que deciden que es ese su último combate, porque se reservan para otros más altos junto a Ángeles y arcángeles.

Son ellos los cuatro BRAVOS, muertos, por dios y por la patria.

VIVA LA PATRIA CARAJO!!!

VIVA EL BRAVO 25!!!

martes, 24 de noviembre de 2009

SARGENTO SERGIO GARCIA "UN HEROE OLVIDADO"

SARGENTO SERGIO GARCIA “UN HEROE OLVIDADO”
Queremos evocar al sargento de infantería Sergio García…

Era de esos hombres creados por DIOS para ser Militares; lo castrense parecía natural en él.

Tenia una excelente presencia y todos los detalles del Soldado se materializaban en su persona.

Uno solo de esos detalles –de forma no obedecida.

La posición de los portacargadores en el uniforme de combate: Garcia los usaba en el cinturón, pero hacia la espalda.

Como pocos, poseía el don del mando.

Por eso, como sus grados no le permitían ser conductor de una fraccion, se distinguía como un instructor nato; sabia explorar al maximo las cualidades para el Combate de sus Subordinados.

De espíritu humilde, intelectualmente intuitivo y de madura religiosidad, entrerriano y por sobre todo un hombre de rosario.

Su destino seria la Compañía de Infantería “B”, y dentro de ella, encargado de la sección cuya Jefatura ejercía el Subteniente Gómez Centurión.

Desde el principio fue la sobra de su jefe y el complemento ideal del mismo.

Gómez Centurión no necesitaba a veces ni ordenar las actividades porque su Sargento se le adelantaba en la intención.

Así ambos, el carismático Gómez Centurión y el ejemplar Suboficial, lograron en ese año una de las mejores Secciones del “RI25”.

La formula para este éxito era la perfecta coordinación entre jefe de sección y su encargado.

Uno solo brillaba por encima de ambos: el TENIENTE DE INFANTERIA ESTEVEZ.

Ciertamente muy cerca se agitaba la figura del legendario héroe preparándose para su buena muerte.

Ni el ni García tenían contacto directo y su relación era mas bien distante porque estaban reservados para un vinculo mas sublime:

el que los une a los heroes ante Dios nuestro señor.

Pero aunque Estévez ya comenzaba a presentirlo, García no lo sabia y desempeñaba sus tareas con total naturalidad y con infinita lealtad.

Si, esa era otra de las características de este Suboficial.

Cumplía exactamente con todo lo que su Jefe le ordenaba, pero además lo hacia con un gran cariño.

Su nobleza de alma provoco situaciones como la que relato a continuación:

A mediados de 1981,todos los años, se fueron los Oficiales que hacían el Curso Comando.

En esa ocasión partieron los entonces Subtenientes Gómez Centurión y Estévez.

Tres largos meses de duras pruebas.

Pero Gómez recibía permanentemente un aliciente en medio del curso: las cartas de su Soldado para infundirle animo y quien se encargo de que estas no faltaran fue –no podia ser otro-su encargado de seccion.

Un hecho que termina de pintar su capacidad profesional.

Por ausencia de su Jefe de Sección –quien estaba en el mencionado Curso de Comandos - García participo con ese cargo en las maniobras finales.

Ninguna diferencia se noto en la fracción.

Gómez Centurión podía ausentarse tranquilo que sus hombres-conducidos por García-seguían siendo los mejores de Regimiento.

Dios lo estaba dirigiendo hacia su próxima muerte, ubicándolo en la compañía de quien iría a enfrentar valientemente al invasor ingles.

Su historia se uniría a la de Estévez .

Y ya con la posibilidad cercana de Combatir, Sergio García se dedicaría a su trabajo habitual, secundario de siempre a su Subteniente; prepararon la Seccion, llegaron a Malvinas, complementaron la instrucción de sus Soldados, y…esperaron al enemigo.

El 23 de Mayo, le ordenaron a Gómez Centurión y a otros marchar norte del canal choiseul para rescatar esas armas de apoyo.

Nueva oportunidad para que el Sargento marcase su personalidad, recalcando la fidelidad al Jefe.

El Subteniente dispuso que su Encargado de Sección quedara a cargo de la fracción y cumpliera con las misiones impuestas, no sin aclararle que ignoraba cuando se produciera su regreso.

Mientras tanto el Combate se acercaba y llego.

Una ametralla comienza a presionar a Gómez Centurión y le ordena a el héroe.

El Sargento recibe la orden de su Jefe - ese al que había obedecido siempre fielmente - y no duda .

Sabe que se trata de una Misión simple pero en extremo peligro..

En gesto señorial le da espalda a su Subteniente y también a la vida.

El Héroe no regreso mas.

VIVA LA PATRIA CARAJO!!!

lunes, 23 de noviembre de 2009

SUBTENIENTE OSCAR SILVA

SUBTENIENTE OSCAR SILVA
Evocamos aquí la personalidad del héroe muerto en los ultimos combates por la defensa de Puerto Argentino, murió como había vivido, de frente a la realidad.

Sus subordinados y Camaradas cuentan que por no replegarse, a pesar de que estaba, impartida la orden, Silva eligió desplazarse hasta las posiciones de sus hermanos los gloriosos infantes de marina del “BIM5” que aun resistían y se sumo a la desesperada pelea que mantenían contra un enemigo superior en numero y medios.

Lo hallaron empuñando firmemente su fusil, caído para siempre en la turba malvinense.

Pero todavía se escucha sus gritos de furia alentado a proseguir el combate.

Del Liceo Militar Grl Espejo, a la Escuela Naval y por ultimo al Colegio Militar.

“Un grito de León”

El arco luminoso de una bengala rasga la noche teñida de tinieblas.

Por unos instantes,el admira la estela que termina desplegando sus vigorosos pétalos de luz.

Pero la magia concluye enseguida.

Crecen gritos en el silencio.

Gritos de guerra, gritos de odio.

La Tercera Brigada de Royal Marines comienza a trepar las laderas disparando sus balas trazantes.

Es la noche del 11 de junio del 82 y la guerra se aproxima a su fin.

El General Jofre ha impartido el orden de replegarse hacia Puerto Argentino pues el dispositivo de defensa nacional ha sido quebrado, luego de durísimos combates.

La Cuarta Sección de Infantería Marina del “BIM5” al mando del Teniente de Corbeta Vázquez sigue en sus posiciones pero no esta sola, un puñado de hombres del Ejercito, perteneciente a la Sección de Tiradores de la Compañía “A” del RI 4, encabezado por el Subteniente Silva se le ha unido horas antes.

Silva, usando su iniciativa, ha resuelto quedarse a luchar con sus hermanos que algún día era de ellos.

Y ahora aguarda, fusil en mano, junto al resto de los allí estan,el combate final.

La Batalla entra a su paroxismo demencial.

Una y otra vez los han rechazado, una y otra vez vuelven, de repente el héroe se queda sin balas, mira al derredor, unos de sus soldados ya sin vida a su lado.

Toma su FAL y sigue disparando hasta agotar las municiones.

A su alrededor, uno de sus hombres y los infantes de marina van cayendo uno a uno.

Se esta quedando solo.

Silva se encomienda a DIOS, piensa en su madre y comprende que muy pronto se le unirá allá arriba, en el cielo, donde no hay guerras ni frío ni penurias ni odio.

Un proyectil le perfora el hombro, tiene un instante para contemplar su propia sangre.

Es Sangre de Valiente, Sangre del que va a Combatir hasta el fin por lo que cree.

Ordena entre gritos, a los que restan de su Compañía, que se retiren y pide que le acerquen un fusil para cubrir el repliegue de sus hombres.

A sus soldados no les queda mas remedio que obedecer.

Silva los ve partir y enclavija los dientes, luego se levanta trabajosamente y ve al enemigo que siguen viniendo.

Entonces grita, emite un alarido de horroroso coraje.

Es el bravo rugido del león herido y acosado por la jauría.

Grita mientras hace trepidar su arma que vomita un mortal mensaje de plomo VIVA LA PATRIA CARAJO!!!,

un ciego instante de eternidad que retrata su gesto.

Ese instante de eternidad que retrata su gesto.

Ese instante de eternidades el cruce del umbral que lo lleva hacia la gloria lo llevo a ser héroe un fuego cruzado de ametralladoras.

Al amanecer pasan a buscarlas chapas identificatorias y ven al Soldado Muerto que esta sosteniendo firmemente el fusil sin poderlo sacárselo…

VIVA LA PATRIA!!!

domingo, 22 de noviembre de 2009

CABO HECTOR OVIEDO

"de jujuy a puerto darwin"

El 27 de mayo lloviznaba, hacia frió, ululaba el viento.

Por momentos el teflón de fondo de las explosiones parecía detenerse mas tarde,volvia como una ráfaga.

El Teniente Roberto Estévez tenia 24 años y una personalidad muy fuerte.

A algunos de sus hombres los había seleccionado luego de mirarlos profundamente a los ojos.

Ese día recibio la orden de movilizarsse y reorganizo su Sección sumado a algunos hombres de la Seccion de Gómez Centurión, algunos de RI8 y otros del 12.

En total,conformo un grupo de 35 Soldados.

El Cabo Oviedo partio con Estevez .

La indicacion del Teniente Coronel piaggi ( Jefe del RIMec 12 ) fue la de marchar hacia la primera linea de Combate y frenar a los ingleses que habian desembarcado en San Carlos el 1º de mayo, y avanzaban hacia Darwin.

El grupo partio a las 2 de la madrugada a cumplir con su mision,sabiendo que el combate se acercaba.

La caminata no era facil los pies se chocaban con las rocas que asomaban como cuchillos, o se hundian en la turba mojada.

Se cruzaron con gente que volvia de Combatir pero no habia tiempo para preguntas.

A las 4 habian llegado a Boca House un lugar cercano al Cementerio de Darwin.

Estevez los hizo desplegar en abanico por delante de las posiciones que habia dejado alli el RI12.

La espera no fue mucha, a las 5 de la mañana del 28 de Mayo, un Soldado ubicado en el extremo de la formación se choco con la Compañía "A" del Batallon 2 de Paracaidistas ingleses.

Se trataba de un grupo de 150 efectivos muy bien armados.

Estevez habia quedado delante de la linea,el cabo oviedo un poco mas atrás,a su derecha , por delante del Soldado Rodríguez,con quien acababan de conocerse.

Miguel Angel Avila, el otro Jujeño estaba alejado, del otro lado de la colina.

Los disparos comenzaron abruptamente,en medio de la confusion y de la oscuridad solo interrumpida por la luz de las balas trazadoras.

Esa luz permitia ver una sombra, una figura, sin saber si se trataba de un amigo o un enemigo.

Fueron cinco horas de una lidia sangrienta.

Los ingleses no solo eran mas y estaban mejor armados, sino que tenian apoyos de fuego de las fragatas que estaban en San Carlos y de Artilleria, combinada con misiles milan que barrian el terreno.

Ademas lograron alcanzar unos acantilados que habia del otro lado de la linea Argentina, con la cual y desde una posición alta definieron el resultado del combate.

Sin embargo,la resistencia argentina fue feroz y sin expresado verbalmente la consigna fue “MATAR O MORIR!”.

Estevez corria como enloquecido, de posición en posición, tomando contacto personal con sus hombres.

El Soldado Rodríguez estaba a cargo de una de las dos ametralladoras MAG que tenian y otro Soldado Zabala, era su Aux de MAG.

El griterio era ensordecedor gritos para darse animos, gritos para asustar, gritos de dolor, gritos.

Un misil terrestre alcanzo el pozo donde se habia metido oviedo,una de esas posiciones cavadas por el Regimiento 12 .

“A ti chango”

Un arma ideada para destrozar tanques alcanzo de pleno al Chango Jujeño de 19 años que cumplia asi con su Juramento de Perder la Vida si fuera Necesario…,

lejos, muy lejos de Humahuaca y de los dulcísimos sonidos del Rio Grande cuando baña los limites de la Ciudad de San Salvador.

Resando en ese momento supremo, imaginarnos que tal vez, por un instante, Hector se aparto del horror de lo que estaba sucediendo y volvio a oir esos cantares que el Rio arrastra en su lento descenso desde la Puna.

La vida se le iba yendo y el alma se volvia pa’ las casas, como voceaban los Viejos Copleros de la Quebrada.

Cabo Hector Oviedo en las Glorias de la Patria, Bajo el Manto del Bravo 25 !!!

VIVA LA PATRIA CARAJO!!

sábado, 21 de noviembre de 2009

TENIENTE ROBERTO NESTOR ESTEVEZ

El Teniente Roberto Néstor Estévez nació un 24 de febrero de 1957.

Oriundo de Posadas, Misiones, era el séptimo de nueve hermanos.

Hijo de Roberto Néstor Estévez y Julia Berta Benítez Chapo.

El “Toto” como le decían quienes lo querían, era un personaje.

Con tan sólo ocho años de edad, había hecho una historieta muy bien dibujada, donde el héroe de la misma, Rob-Dick (Rob, de Roberto, y Dick, vaya a saber por qué) era un gaucho con capa que libraba distintas aventuras, todas con un sentido nacional.

Las historietas de Rob-Dick se extendieron durante cuatro años, y durante ese tiempo, el superhéroe nacional iniciaba una campaña para recuperar las islas Malvinas (de allí la mención que hace Estévez a su padre, en la carta póstuma: “…

¿Te acordás cuando era chico y hacía planes, diseñaba vehículos y armas, todo destinado a recuperar las Islas Malvinas?…”)

Fanático lector, era común que se quedara dormido con la luz encendida.

De todos los temas que gustaba leer, su predilecto era la Historia Argentina.

Inteligente y crítico, cuestionaba todo lo que no le parecía justo o verdadero, al extremo de que las maestras lo echaron varias veces del aula.

No soportaba la mentira.

Solía decir, desengañado por lo mucho que le costaba todo, que era producto de que escribía con la mano izquierda, porque para los zurdos el mundo era al revés.

No se daba cuenta de que justamente, el iba por el recto camino, y que era el mundo, quien iba, y sigue llendo, al revés.

Todo lo que se proponía no paraba hasta lograrlo.

Sus metas no se las sacaba nunca de la cabeza.

Descubierta su vocación militar, un amigo le comento que los zurdos no entraban al Colegio Militar porque tenían problemas para manejar las armas y disparar.

Estévez tenía diecisiete años.

Frente a la posibilidad de quedarse sin ingresar a la Colegio Militar De La Nación aprendió a escribir y manejarse con la mano derecha.

De lo que resultó, ambidiestro.

Inicialmente, Estévez decía que quería entrar al arma de Caballería, pero una vez en tema, se le escuchaba que prefería la Infantería porque sentía más ambiente de camaradería.

Ya en las FFAA se destacó por su voluntad y esfuerzo, amén de su gran inteligencia.

En su destino en el Regimiento 25 recibió el premio “Al mejor Infante”, además de ser distinguido con el honor de ser abanderado.

Sobresalió entre sus camaradas por su gran profesionalismo, su capacidad, y también, cuando la férrea disciplina lo permitía, por su alegría.

Excelente amigo y compañero; le gustaba toda la música, desde el chamamé hasta la clásica.

Dueño de una personalidad llana; hombre franco y directo, poseía una fe inquebrantable.

Era un ferviente católico.

Dueño de una personalidad llana; hombre franco y directo, poseía una fe inquebrantable.

Era un ferviente católico.

Queriendo ser el mejor en su especialidad, realizó el curso de Comandos a fines de 1981 y comienzo de 1982.

Su familia lo vio por última vez en ocasión de dicho curso, al realizarse el adiestramiento en la parte de “selva”, justamente en la provincia de Misiones, de donde eran oriundos.

Cuando el Teniente Estévez desarrollaba el Curso de Comandos en la Escuela de Infantería, durante el año 1982, durante el desarrollo de una exigente ejercitación propia de la especialidad, tuvo un paro cardíaco.

El médico que lo atendió, no obstante declararlo muerto, continuó prodigándole los auxilios correspondientes; milagrosamente, reaccionó.

En forma inmediata, sufre un segundo paro, del que vuelve a recuperarse. Fue enviado al Hospital en forma inmediata.

Todos se quedaron sorprendidos cuando, al día siguiente, se presentó para continuar el curso y lo finalizo con éxito.

Sin duda, el Señor prevé los mejores destinos para sus mejores hijos.

Posteriormente Estévez es destinado al Regimiento de Infantería Mecanizado 25.

Partió a Malvinas el día 27 de marzo de 1982 con el convencimiento de que no regresaría.

La carta póstuma para su padre y su familia quedó en el Regimiento, y les fue entregada a los familiares en julio de 1982, una vez conocido su fallecimiento, junto con sus objetos personales y una carta para su novia.

A continuación relato de un soldado que lucho con este bravo oficial:

“Ingresé en febrero de 1982 en el Regimiento de Infantería 25, que tiene asiento en la localidad de Sarmiento, provincia del Chubut.

A poco de haber llegado, los que teníamos estudios fuimos separados del resto de los soldados conscriptos.

Yo estaba cursando la carrera de analista de sistemas en el primer año; me ubicaron en la sección de aspirantes.

El Teniente Roberto Néstor Estévez, quien posteriormente dejaría un recuerdo imborrable en todos nosotros, fue el que nos seleccionó personalmente uno a uno.

Comenzó una instrucción, que no vacilo en calificar de dura y severa, hasta el 24 de marzo a cargo de Estévez, que pertenecía el grupo de Comandos, y su segundo jefe de sección, el Cabo Primero Faustino Olmos, también de esa misma especialidad.

La instrucción era diurna y nocturna con todo tipo de armamentos, teórica – práctica, y estaba destinada solamente a este grupo seleccionado, que yo, gracias a Dios, tuve la suerte de integrar.

Debo añadir que esta instrucción fue altamente valiosa a la hora del combate y Estévez, un jefe calificado que no sólo se preocupaba por nuestro estado físico sino también por nuestra espiritualidad, no cesaba de darnos ánimo y valor con sus propios gestos personales.

Les cuento un ejemplo: Allá, en el sur, hay unos pastos ásperos y filosos llamados coirones y durante nuestros habituales “cuerpo a tierra” y posteriores deslizamientos, tratábamos de evitarlos.

Al darse cuenta de esto, Estévez hizo él mismo el ejercicio, sin importarle las lastimaduras que tales matas le ocasionaron, y luego nos dijo:

“Si están en pleno combate, no van a tener tiempo de bordearlos, la guerra es así”.

Este tipo de ejemplos estaban muy a tono con su naturaleza de persona de una alta moral, ética y honor.

Y sólo tenía 24 años.

Nosotros, los AOR (Aspirantes a Oficiales de Reserva) en la mitad de la noche, más de una vez fuimos levantados y nos hacían salir a correr sorpresivamente bajo fina lluvia o nevisca, sólo vestidos con pantaloncitos cortos y ballenera (remera de manga corta).

Y como decía Nietzsche, lo que no te mata te fortifica.

Ese fue nuestro caso.

Del inicial grupo escogido, cuarenta y cinco, quedamos cuarenta.

Y esos cuarenta fuimos a Malvinas.

Aquel inolvidable 2 de abril nos tocó desembarcar al mediodía y nos sentíamos muy orgullosos en razón de pertenecer al único elemento del Ejército que participó de la operación de neto corte aeronaval en aquel momento.

A bordo del Almirante Irizar fuimos partícipes de una tocante ceremonia que nos concernía de un modo muy especial.

Como no habíamos tenido tiempo de jurar la bandera se organizó para nosotros una jura de nuestra enseña nacional, que tuvo el carácter de provisoria y levantó nuestro orgullo hacia las nubes.

Y ahí nos enteramos de que íbamos a Malvinas.

Puedo afirmar que, entre lágrimas y abrazos, ahí mismo se terminó de consolidar nuestro grupo.

Estuvimos brevemente en Puerto Argentino y luego, a bordo del barco Isla de los Estados fuimos enviados a Darwin con el objetivo de tomarlo.

Nuestro grupo de AOR era parte de la Compañía C, formada por tres secciones, Gato, Bote (la de Estévez) y Romeo, a cargo de Gómez Centurión.

Entre el 4 y 5 de abril nos asentamos en Darwin y comenzamos nuestras tareas de limpieza, minado y excavación de “pozos de zorro” y puestos de ametralladora.

Nuestro jefe directo era Estévez y el jefe de la compañía, el Teniente Primero Daniel Esteban.

Yo era tirador de MAG (ametralladora pesada) y fui elegido para eso debido a mi buena puntería en aquellos ejercicios anteriores en Chubut.

Disponíamos de 2 MAG, 2 lanzacohetes y fusiles FAP y FAL.

Nuestra base de operaciones era una escuela kelper construida íntegramente de madera, que constaba de dos pisos; ahí estaba ubicada la compañía C.

Recuerdo que, faltando algo de raciones, algunos oficiales y suboficiales se fueron a cazar avutardas y durante tres días esos pajarracos fueron parte distinguida de nuestro menú.

Disponíamos de un buen equipo de abrigo, muchas medias de recambio y guantes que nos protegían manos y pies del frío.

El 1º de mayo, a las 8 de la mañana, los Harrier ingleses atacaron a los Pucará estacionados en el aeropuerto de Darwin.

Nosotros estábamos ubicados a unos 500 metros del aeropuerto y vimos perfectamente todo.

Darwin es un caserío, una especie de pequeña bahía, todo bastante plano geográficamente hablando.

Luego del ataque abandonamos la escuela y nos instalamos en nuestros “pozos de zorro”.

De ahí en más, el agua y el frío fueron nuestros íntimos compañeros. Recuerdo que rezábamos al levantarnos y al acostarnos.

En los respiros que nos daban los desayunos hablábamos de nuestras respectivas familias y el hecho histórico y singular que estábamos protagonizando.

Todas esas cosas no hacían más que reforzar la alta moral que, inculcada por la labor encomiable de Estévez, existía en el grupo.

Debo añadir que el día 24 de abril hicimos nuestro juramento oficial a la bandera en suelo malvinense, privilegio que, creo, nadie lo tuvo.

La compañía se dividió.

Rumbo a San Carlos marcharon Esteban y los suyos al caserío de Darwin, Gómez Centurión con su gente y nosotros quedamos en nuestros “pozos de zorro” a cargo de Estévez.

Y permanecimos en aquel sitio hasta el 27 de mayo, momento en que el Teniente Coronel Piaggi le ordenó a Estévez que debíamos marchar hacia la primera línea de combate, debido a que los ingleses, que habían desembarcado en San Carlos el 1º de mayo, avanzaban hacia Darwin y ya se habían producido enfrentamientos con efectivos del Regimiento de Infantería 12.

Según nos testimonió el capellán militar padre Mora, al recibir la orden, Estévez se puso contento.

“Era lo que estaba esperando”, dijo. A las 2 de la madrugada del 28 de mayo llegamos a Boca House (Casa Boca), sitio cercano al cementerio de Darwin que ya era zona de combate.

Al hacerlo, nos cruzamos con gente del Regimiento 12, a cargo del Subteniente Peluffo, que venía de combatir.

Estévez nos hizo desplegar en abanico y quedamos distribuidos allí.

Luego, a la derecha del abanico, entró en contacto con el enemigo y nosotros, que aún no estábamos en las posiciones que debíamos ocupar, según las órdenes recibidas, nos unimos con los del 12 para permitirles un respiro pues, mientras ellos se replegaron, nosotros contraatacamos.

Al hacerlo, chocamos con la compañía A del batallón de paracaidistas ingleses, que tenía unos ciento cincuenta efectivos y estaban muy bien armados.

Se peleó muy duro, sin dar ni pedir cuartel, en un combate que desde las 5 de la mañana se prolongó hasta casi las 10.

Fueron casi cinco horas de auténtica estadía en el infierno.

Nosotros efectuamos tres repliegues y sucesivos contraataques.

Ellos tenían apoyos de las fragatas que estaban en San Carlos y de artillería, combinada con los Blowpipe (misiles antiaéreos) que barrían el terreno.

La disparidad de fuerzas era abrumadora a favor del enemigo.

Al hablar de lo que fue ese combate, recuerdo las balas trazantes que iluminaban la oscuridad, los morterazos, los gritos de dolor y de furia con que unos a otros nos animábamos.

Debido a la elevada preparación física espiritual con que contábamos, durante el combate estábamos calmos, tranquilos.

La angustia previa al choque con el enemigo nos había tenido nerviosos, pero ahora, en plena lucha, las cosas se revelaban tan simples como terribles.

Y en la sencillez del “matar o morir” todo estaba resumido.

Yo estaba a cargo de una de las dos MAG que teníamos y Zabala, otro soldado conscripto, era mi cargador de municiones.

Desde nuestro puesto disparaba a todo lo que veía o creía ver frente a mí.

De pronto, un proyectil de mortero cayó muy cerca de nosotros.

El pobre Zabala recibió de lleno las esquirlas y murió en el acto.

Yo recibí impactos de esquirlas en el perineal izquierdo.

Recuerdo que antes de perder la lucidez, atontado por la onda explosiva, le pedí a Dios que no me dejara morir allí.

Realmente no sé cuánto tiempo estuve inconsciente o atontado.

Luego, sin soltar mi MAG, me arrastré hasta un pozo cercano mientras sentía la tibieza de la sangre en mi piel y no sabía qué tan herido estaba.

Me zambullí en el pozo y encontré que allí había soldados del 12.

Ese pozo era como tener una butaca para contemplar el infierno.

El Cabo Castro había intentado llegar también al pozo donde yo estaba cuando un proyectil de fósforo lo alcanzó y lo envolvió, convirtiéndolo en una antorcha humana.

Oíamos sus gritos desgarradores.

El pobre decía: “¡Rodríguez, máteme!”- gritaba mientras se quemaba vivo.

A Romero, otro soldado que estaba allí, le gritó lo mismo, pero nadie se atrevió a dispararle y terminar con su agonía.

Un rato después no escuchamos más su voz; que Dios lo tenga en la gloria.

Y llego en mi relato a lo que considero el instante supremo del combate, desde mi situación personal por supuesto.

No hay que olvidar que en medio de ese caos del combate muchos estaban sufriendo experiencias únicas e indelebles.

La que les narro a continuación fue la mía:

El Teniente Estévez estaba recorriendo las posiciones, gritando órdenes a derecha e izquierda, todo esto, repito, bajo el terrible fuego enemigo.

Al salir del pozo contiguo al mío recibió dos balazos en el brazo y pierna izquierda, respectivamente.

Tambaleándose, llegó al pozo donde yo me encontraba.

Este valeroso oficial, sin preocuparse de sus propias heridas, me preguntó por las mías, pues yo estaba ensangrentado.

Le contesté que podía arreglármelas.

Estévez tomó un FAL y comenzó a disparar; luego, por radio estuvo dando nuevas órdenes.

Mi MAG la tomó otro soldado del 12 y abrió fuego contra el enemigo.

Ese soldado recibió un balazo en la cabeza, obra de francotiradores –los que mayores bajas causaron en nuestra dotación– y cayó muerto.

Éramos cinco en el pozo en ese momento.

Comenzamos a soportar fuego directo de morteros y las cercanas explosiones de los proyectiles que caían nos arrojaban lluvia de tierra sobre nuestras cabezas.

Estévez, lo repito, sin importarle sus heridas, tomó el casco del soldado muerto del 12 y me lo colocó en la cabeza para protegerme, ya que nosotros usábamos boinas verdes y eso no protege nada ante una bala o una esquirla.

En ese momento recibió un nuevo balazo en el pómulo derecho y se desplomó pesadamente a mi lado.

Tratamos de auxiliarlo y le oímos decir algo, que nadie entendió, y luego expiro.

Como estaba cargado de granadas, cualquier proyectil podía impactarlas y volarnos a todos, se las quitamos y sacamos el cuerpo fuera del pozo.

Luego, afuera, su cuerpo de héroe recibió numerosos balazos más, quedó casi irreconocible y la prueba de esto es que luego del combate lo reconocieron por la manera especial que tenía, como lo hacen los comandos, de atarse los cordones de los borceguíes.

Tomé la radio y después de algunos intentos logré comunicarme con el Teniente Coronel Piaggi y le informé que Bote (nombre clave de Estévez) estaba muerto.

Le pedí instrucciones: “Esperen y aguanten hasta que lleguen los Pucará de apoyo”- me contestó.

Los Pucará nunca llegaron.

Entretanto, los ingleses habían logrado tomar las alturas y desde allí su fuego nos estaba acribillando.

El Subteniente Peluffo, para evitar un inútil derramamiento de sangre, ya que habíamos agotado todas nuestras municiones, alzó la bandera blanca y todo terminó para nosotros.

Recuerdo que en nuestras posiciones los muchachos se pusieron a fumar o comer chocolates y caramelos, embargados de una total tranquilidad y satisfacción por haberse batido como bravos.

Al tomarnos, nos registraron como prisioneros y los ingleses descubrieron que teníamos ocultos cuchillos y “ahorcadores” (tanzas usadas para estrangular) y algunos recuerdos de tropas británicas que habíamos conseguido después de desembarcar.

Eso, más que nada, los hizo entrar en furia y nos golpearon.

A mí, que estaba herido en el suelo, tendido sobre un chapón, me propinaron un puntapié.

Debí soportar, como todos mis compañeros, el interrogatorio de la inteligencia inglesa.

El hecho de tener prisioneros “boinas verdes” en San Carlos y Darwin y la enconada resistencia que les opusimos les hacía no creer que cincuenta efectivos con sólo dos MAG, dos lanzacohetes y fusiles, hubieran podido detener a toda una compañía de tropas altamente especializadas, obligándolas a replegarse tres veces durante aquellas cinco horas infernales.

Así fue, ciertamente, el combate de Goose Green o Pradera del Ganso.

Algunos pocos soldados del 8 y del 12 y nuestra sección AOR dio material al jefe del comando inglés, Brigadier Mayor Julián Thompson, que en su libro No pic-nic describió la dureza de esta batalla que retrasó considerablemente los planes ingleses de tomar Darwin.

También supe que en otra acción durante el 29, el Teniente Coronel Jones, Jefe del Batallón de paracaidistas ingleses, murió en un choque con las fuerzas de la sección Romeo, a cargo del Subteniente Gómez Centurión.”

El Teniente Estévez es un argentino ilustre, ilustre no por que lo adornaran las luminarias del éxito mundano y el reconocimiento publico, sino todo lo contrario, podemos decir que es tan heroico como anónimo.

Como esas obras de arte medieval que los autores no firmaban, pues solo les interesaba el reconocimiento que Dios le pudiere dar a la misma y que por ello la hacían, para agradarlo.

En esta Argentina democrática donde cualquier héroe es “desmitrificado” por los O´Donell o los Gracia Hamilton, parecería que es mejor que nuestro Teniente Estévez sea casi ignorado.

No hace falta ser conocido para ser héroe y si parece hacer falta los autógrafos y el foco de luz para los antihéroes, de costumbres degradadas y alma negra, a los que se les dice Dios y se lo creen.

Por todo ello queremos hoy rescatar algunas cosas importantes de este joven que viviera una corta y fecunda vida, mas fecunda que la de muchos viejos que han pasado la suya tratando de salvarla, sustrayéndose al riesgo, al peligro, a la lucha.

La caída en combate de nuestro Teniente en la batalla de Pradera del Ganso durante la gesta de Malvinas nos lo muestra como un gaucho argentino cabal, con todo lo que conlleva ello, la espiritualidad netamente católica.

La valentía: va al primer lugar del combate a poner el pecho al fuego del invasor colonialista para cubrir la retirada de sus camaradas.

El resignado espíritu de sacrificio que nos recuerda aquella frase evangélica “No hay nada mas hermoso que dar la vida por los amigos”.

Le dice al capellán que era “justamente lo que esperaba” estar en la primera línea de combate cubriendo el repliegue de una compañía, aquella terrible noche del 28 de mayo, cuando los ingleses se empeñaron a pleno con los paracaidistas y la infantería de marina apoyados por las fragatas.

Nuestro teniente, le enseñaría al enemigo como lucha y como muere un gaucho argentino.

No rindió su posición cuando cualquier otro militar extranjero la hubiera evacuado estando el enemigo ingles a menos de 100 metros, perforado por varios balazos seguía combatiendo y dando órdenes a sus subordinados.

Claramente manifestó que no se replegaría.

Desde chico demostró inclinaciones nacionalistas y patrióticas, lo cuenta en la carta póstuma que dirige a su padre.

Ya en aquel entonces el anhelo de Roberto era a servir a algo que intuía superior, a esa unidad de destino que luego amaría locamente por amor a Dios: la Argentina.

Ya en aquel entonces la causa Malvinas estaba presente en su espíritu.

Hasta sus juegos de niño estarían orientados a la recuperación de la soberanía conculcada de la Patria y así se rebelaría su vocación tendiente a defenderla.

En el momento supremo de luchar no se preguntó si era oportuno hacerlo.

No actuó con la mente de un político, sino con la de un patriota dispuesto a entregarlo todo sin pedir absolutamente nada.

Es que el patriotismo llevado a la heroicidad implica la magnanimidad.

Aplicar la grandeza del alma ordenada a las necesidades superiores de la Patria y de ser necesario como en el caso de nuestro Teniente a morir por ella.

Nada tenia mas valor para él que cumplir con ese mandato, ni su propia vida ofrendada si se quiere con terquedad y empecinamiento, un santo empecinamiento.

Su patriotismo no era meramente sentimental sino que era esclarecido, sabia perfectamente quien era el enemigo y cual era el poder que tenia.

Sabía que ese poder era el sionismo, el imperialismo norteamericano y el Poder Internacional del Dinero y finalmente sabía que iba a enfrentarse a ese poder encarnado en los británicos.

Una anécdota nos ilustra al Estévez soldado y su espíritu de sacrificio.

Sus ansias de tener conocimientos y dotes técnicas lo llevaría a seguir el curso de Comandos en la Escuela de Infantería de Campo de Mayo.

Durante uno de los durísimos ejercicios sufre un paro cardio respiratorio. Ante esto casi siempre los alumnos abandonan el curso.

Estévez continuo y pese a todo concluyo con éxito el mismo.

Ya era conocido desde el Colegio Militar como un soldado de tomo y lomo que no solo ordenaba y marcaba el camino a seguir sino que era el primero en recorrerlo.

Si bien era férreo en el mando también era al mismo tiempo un gran camarada.

Ser soldado, esa era su misión.

No le interesaba y le parecía detestable seguir la carrera militar para tener una profesión de prestigio y un sueldo relativamente pasable o como era común en ciertos casos para practicar equitación o aprender a jugar al polo, lograr ascenso social y revestirse de oropeles de falsa aristocracia.

Tenia una clara visión política, ante el hecho Malvinas.

Advierte sagazmente y evaluaba que había un retorno a la Religión Católica, se producía una unidad en Hispanoamérica que contradecía a la “farsa liberal”.

Se lograba unidad nacional ante la causa común y especulaba con tirar por la borda 132 años de claudicaciones para que brillara de nuevo la Argentina Católica e Hispánica.

Ese es el modelo de soldado al que aspiramos como nacionalistas.

Ese será el modelo en el que forjaremos las futuras Fuerzas Armadas Argentinas si Dios nos lo permite Como podemos ver el espíritu del Teniente es el espíritu de la Gesta de Malvinas, espíritu de gauchos, de patriotas y de soldados, Ese espíritu que nos hizo ver que debajo de la hojarasca, debajo de la basura que ya se descargaba contra nuestra Patria, aun había un resplandor de gloria esperando ser rescatado.

Un resplandor que hoy a un cuarto de siglo después, y mas allá de la traición y la destrucción sufrida, aun se encuentra allí destellando bajo la turba junto a los huesos sagrados de nuestros queridos muertos.

A continuación la carta que escribió el Teniente Estévez la cual se convirtió en documento histórico nacional:

Querido papá,Cuando recibas esta carta yo ya estaré rindiendo cuentas de mis acciones a Dios Nuestro Señor.

El, que sabe lo que hace, así lo ha dispuesto: que muera en cumplimiento de mi misión.

Pero fijate vos, ¡que misión! ¿no es cierto?

¿Te acordás cuando era chico y hacía planes, diseñaba vehículos y armas, todos destinados a recuperar las islas Malvinas y restaurar en ellas Nuestra Soberanía?.

Dios, que es un Padre Generoso ha querido que éste, su hijo, totalmente carente de méritos, viva esta experiencia única y deje su vida en ofrenda a nuestra Patria.

Lo único que a todos quiero pedirles es:

1) que restauren una sincera unidad en la familia bajo la Cruz de Cristo.

2) que me recuerden con alegría y no que mi evocación sea la apertura a la tristeza y, muy importante,

3) que recen por mí.Papa, hay cosas que, en un día cualquiera, no se dicen entre hombres pero que hoy debo decírtelas:

Gracias por tenerte como modelo de bien nacido; gracias por creer en el honor; gracias por tener tu apellido; gracias por ser católico, argentino e hijo de sangre española, gracias por ser soldado, gracias a Dios por ser como soy y que es el fruto de ese hogar donde vos sos el pilar.

Hasta el reencuentro, si Dios lo permite.

Un fuerte abrazo.

Dios y Patria ¡O muerte!

Roberto

viernes, 20 de noviembre de 2009

CORONEL MOHAMED ALI SEINELDIN

El Coronel Seineldín fue: oficial del arma de infantería egresado del Colegio Militar de la Nación; Paracaidista; Comando; Buzo Táctico de la Infantería de Marina egresado en Mar del Plata; Oficial de Estado Mayor de la Escuela Superior de Guerra.

Instruyó y dirigió las fuerzas de elite de la República de Panamá.

Fue instructor de numerosos comandos de oficiales y suboficiales argentinos en el Colegio Militar y en la Escuela de Infantería instruyó a hombres de las tres FFAA y de las fuerzas de seguridad.

El 2 de abril de 1982 contaba con 48 años de edad y era Jefe del Regimiento de Infantería Nº 25 Encargado de Recuperar las Islas Malvinas.

Nació el 12 de noviembre de 1933, en Concepción del Uruguay, en la Provincia de Entre Ríos; sus estudios primarios y secundarios los realizó en Concordia, ciudad hasta donde se trasladó su familia.

En 1957 egresó del colegio militar de la Nación, con el grado de Subteniente del arma de infantería.

Su primer destino militar fue en la ciudad de Monte Caseros, en Corrientes; posteriormente, prestó servicios en la Escuela de Suboficiales "Sargento Cabral" y en el Colegio Militar de la Nación, establecimientos de formación de los futuros suboficiales y oficiales del Ejército Argentino.

Más tarde fue jefe de una compañía de paracaidistas en Catamarca.

Cuando completó sus estudios superiores en la Escuela Superior de Guerra, se le otorgó el título de Oficial de Estado Mayor.

Luego se desempeñó como profesor en esta misma escuela.

Colaboró en los planes de estudio de diversos organismos de la Policía Federal Argentina.

Fue jefe de los cursos de "Comandos" del Ejército; y participó en el operativo Independencia de la Provincia de Tucumán.

Como consecuencia de su manifiesta oposición al relevo del Comandante en Jefe del Ejército, General Numa Laplane, por cuanto vislumbraba que este episodio no era aislado sino que formaba arte de una estrategia para el desplazamiento del Gobierno Nacional, fue relevado de sus funciones en la Escuela de Infantería, en 1975.

No obstante, fue seleccionado para la formación y conducción de una unidad especial de "Comandos" para la prevención de atentados terroristas durante la realización del Campeonato Mundial de Fútbol, en 1978.

En oportunidad de suscitarse el conflicto con Chile, fue trasladado hacia la Patagonia.

En 1981 y 1982 fue Jefe del Regimiento de Infantería 25, en Sarmiento, provincia de Chubut.

El 2 de Abril de 1982 compartió, con esta Unidad militar, el honor del desembarco en las Islas Malvinas; las páginas de gloria que este Regimiento logró se forjaron con los actos del heroísmo y los éxitos en el cumplimiento de las misiones asignadas.

Luego de su ascenso al grado de Coronel, en 1984, fue asignado a la República de Panamá como Agregado Militar, por el Gobierno Nacional.

En ese cargo se desempeñó durante 1985 y 1986; concluido ese período y, por especial solicitud del Gobierno de Panamá, le fue extendida su comisión en ese país en el carácter de "Asesor Militar".

Desde ese puesto clave, contribuyó a la formación del Ejército de Panamá, comenzando con sus Institutos de Formación.

Cuando los EE.UU. invadieron Panamá, en 1998, fue el único militar Argentino que rechazó públicamente esta arbitrariedad.

Su participación en los Pronunciamientos militares Argentinos tuvieron el único objetivo de impedir la disolución de las Fuerzas Armadas, espiritualmente afectadas tras Malvinas y la lucha contra la Subversión.

Conocedor de los planes internacionales para con Latinoamérica, buscó, a través de éstas manifestaciones, impedir que se cumplieran los esquemas contra las Fuerzas Armadas propuestas por el señor Bush, en su "Manual para destruir a las Fuerzas Armadas de Latinoamérica".

Desde el 3 de diciembre de 1990 cumplio condena por 'tiempo indeterminado", en el Penal Militar de Campo de Mayo, por amar a su Patria y ser fiel al Ejército de la Nación Argentina.

El 20 Mayo de 2003, con un indulto del Presidente Eduardo Duhalde, recupera su libertad.

AGRADECIMIENTO

Hace quince años, el Ejercito Argentino se encontraba en un total estado de anarquía, producto de las políticas militares aplicadas por el gobierno alfonsinista, y lamentablemente agravada por inoperancia de los mandos que regían en ese momento la Institución, quines no encontraban el camino a seguir.

Sin buscarlo, las circunstancias me llevaron a las puertas de este grave conflicto, dejándome en el medio de dos alternativas: la primera eludirla, y las segunda participar.

Mi responsabilidad, y los pedidos de mis subalternos, me impulsaron a aceptar la ultima opción: PARTICIPAR.

A partir de este momento, invitado por Menem para trabajar en el tema, me dedique a resolver el conflicto, en razón de que no era de difícil solución.

Transcurrido los primeros meses, advierto que había caído en la trampa de una mafia política.

Esta circunstancia me obligo a interceder ante el gobierno menemista,- utilizando todos los medios pacíficos disponibles -, para que se cumpliera lo firmado, y evitar así el desmantelamiento de la Defensa y Seguridad de los argentinos.

Como única respuesta, recibí burlas, engaños e indiferencias, no quedándome finalmente otro camino, que ordenar el Pronunciamiento Militar del 3 de diciembre de 1990.

Ante el revés sufrido, fuimos primero condenados a ser fusilados, y posteriormente, ante el cambio de condena por intervención del Santo Padre y del Doctor Don Arturo FRONDIZI, fuimos hacinados en cárceles comunes y prisiones militares, donde estuvimos a los largo de casi trece años, jaqueados por permanentes difamaciones.

HOY 20 DE MAYO, AL QUEDAR INDULTADOS POR DECISION DEL Señor PRESIDENTE DE LA NACION DON EDUARDO DUHALDE, ES MI DESEO HACER LLEGAR MI AGRADECIMIENTO A TANTOS HERMANOS Y AMIGOS QUE AYUDARON A MI SENORA ESPOSA PARA EL LOGRO DE MI LIBERTAD, PERO MUY ESPECIALMENTE, AL BUEN PERIODISMO ARGENTINO, QUIENES HACIENDO GALA DEL EJECICIO DE LA VERDAD, EXPUSIERON CON VALENTIA Y EN PROFUNDIDAD TODOS LOS HECHOS.
GRACIAS A ESTE VALIOSO ESFUERZO, HOY CIRCULO EN LA CALLE SALUDADO AMABLEMENTE POR NUESTROS CONCIUDADANOS.

MUCHAS GRACIAS.
POR DIOS Y LA PATRIA

Mohamed Ali SEINELDIN

BUENOS AIRES, 22 de mayo de 2003.
Semana de la Revolución de Mayo.