lunes, 23 de noviembre de 2009

SUBTENIENTE OSCAR SILVA

SUBTENIENTE OSCAR SILVA
Evocamos aquí la personalidad del héroe muerto en los ultimos combates por la defensa de Puerto Argentino, murió como había vivido, de frente a la realidad.

Sus subordinados y Camaradas cuentan que por no replegarse, a pesar de que estaba, impartida la orden, Silva eligió desplazarse hasta las posiciones de sus hermanos los gloriosos infantes de marina del “BIM5” que aun resistían y se sumo a la desesperada pelea que mantenían contra un enemigo superior en numero y medios.

Lo hallaron empuñando firmemente su fusil, caído para siempre en la turba malvinense.

Pero todavía se escucha sus gritos de furia alentado a proseguir el combate.

Del Liceo Militar Grl Espejo, a la Escuela Naval y por ultimo al Colegio Militar.

“Un grito de León”

El arco luminoso de una bengala rasga la noche teñida de tinieblas.

Por unos instantes,el admira la estela que termina desplegando sus vigorosos pétalos de luz.

Pero la magia concluye enseguida.

Crecen gritos en el silencio.

Gritos de guerra, gritos de odio.

La Tercera Brigada de Royal Marines comienza a trepar las laderas disparando sus balas trazantes.

Es la noche del 11 de junio del 82 y la guerra se aproxima a su fin.

El General Jofre ha impartido el orden de replegarse hacia Puerto Argentino pues el dispositivo de defensa nacional ha sido quebrado, luego de durísimos combates.

La Cuarta Sección de Infantería Marina del “BIM5” al mando del Teniente de Corbeta Vázquez sigue en sus posiciones pero no esta sola, un puñado de hombres del Ejercito, perteneciente a la Sección de Tiradores de la Compañía “A” del RI 4, encabezado por el Subteniente Silva se le ha unido horas antes.

Silva, usando su iniciativa, ha resuelto quedarse a luchar con sus hermanos que algún día era de ellos.

Y ahora aguarda, fusil en mano, junto al resto de los allí estan,el combate final.

La Batalla entra a su paroxismo demencial.

Una y otra vez los han rechazado, una y otra vez vuelven, de repente el héroe se queda sin balas, mira al derredor, unos de sus soldados ya sin vida a su lado.

Toma su FAL y sigue disparando hasta agotar las municiones.

A su alrededor, uno de sus hombres y los infantes de marina van cayendo uno a uno.

Se esta quedando solo.

Silva se encomienda a DIOS, piensa en su madre y comprende que muy pronto se le unirá allá arriba, en el cielo, donde no hay guerras ni frío ni penurias ni odio.

Un proyectil le perfora el hombro, tiene un instante para contemplar su propia sangre.

Es Sangre de Valiente, Sangre del que va a Combatir hasta el fin por lo que cree.

Ordena entre gritos, a los que restan de su Compañía, que se retiren y pide que le acerquen un fusil para cubrir el repliegue de sus hombres.

A sus soldados no les queda mas remedio que obedecer.

Silva los ve partir y enclavija los dientes, luego se levanta trabajosamente y ve al enemigo que siguen viniendo.

Entonces grita, emite un alarido de horroroso coraje.

Es el bravo rugido del león herido y acosado por la jauría.

Grita mientras hace trepidar su arma que vomita un mortal mensaje de plomo VIVA LA PATRIA CARAJO!!!,

un ciego instante de eternidad que retrata su gesto.

Ese instante de eternidad que retrata su gesto.

Ese instante de eternidades el cruce del umbral que lo lleva hacia la gloria lo llevo a ser héroe un fuego cruzado de ametralladoras.

Al amanecer pasan a buscarlas chapas identificatorias y ven al Soldado Muerto que esta sosteniendo firmemente el fusil sin poderlo sacárselo…

VIVA LA PATRIA!!!

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