martes, 17 de noviembre de 2009

SARGENTO JUAN BAUTISTA CABRAL

Un Humilde Homenaje al Sargento Bautista Cabral, recordado su nombre pero no a veces su historia personal ¿Donde nació Cabral?
Cabral, nació en un establecimiento de campo de Saladas, Provincia de Corrientes, fue hijo de Carmen Robledo y Francisco, servidor de los dueños de la estancia donde residían sus padres.

Adoptó ese apellido por los usos y costumbres de aquella época.
Posteriormente se sabría que el verdadero padre de Juan Bautista Cabral sería José Jacinto Cabral y Soto.

Por lo tanto, el héroe de San Lorenzo tiene antecedentes de ocultos linajes a través de su padre; un linaje, una estirpe que no se afrentan en cuanto ser ontológico, Cabral lleva consigo todo lo de trascendente que su humana condición implica y que además confirma con su renunciamiento sublime en el Campo del Honor.

La fecha de nacimiento de Cabral permanecerá en la sombra de la
in documentación.
Únicos registros posibles -los libros de bautismo- se los supone desaparecidos en episodios de fuego sufridos por la iglesia lugareña, razón por la cual solamente podemos tener algún indicio a través de la tradición oral.

Si aceptamos como válida la confesión de Luis Cabral a su esposa Tomasa de Casajús acerca de la filiación de hijo natural y el no bautismo hasta después de la muerte del declarante, debemos conocer algunos detalles de esta cronología.

Así sabemos que Luis Cabral y Soto fue Alcalde Provincial de Corrientes en 1818, lo que nos indica claramente que no pudo haber sido bautizado sobre la base de esta confesión porque ya se había producido el hecho irreversible de San Lorenzo.

La tradición familiar que se cita es el equivalente a la tradición oral que hemos considerado ya, en cuanto ninguna de ellas tiene la base cierta del documento fehaciente que otorga credibilidad a lo que se expresa.

No obstante esta indefinición en cuanto a la fecha de nacimiento, en el calendario escolar del Consejo General de Educación de la provincia de Corrientes se incluye como día del natalicio de Juan Bautista Cabral el 13 de agosto, en que las Escuelas de su jurisdicción rinden homenaje al héroe de San Lorenzo.

" Su Incorporación al Escuadrón de Granaderos a Caballo "San Martín"

"Con la llegada del entonces Teniente Coronel don José de San Martín a Buenos Aires en marzo de 1812, el gobierno cuenta con un militar de avanzada profesionalidad, conocedor de las tácticas y estrategias de los ejércitos europeos, como que se ha batido exitosamente contra las huestes napoleónicas en la península ibérica.

Pronto las autoridades le encargan la creación de un cuerpo de caballería de sólo un escuadrón a dos compañías con la designación inicial de Escuadrón de Granaderos a Caballo.

Se lo distinguía así de los granaderos de infantería cuya presencia en unidades preexistentes de esta arma era habitual y estaban destinados e instruidos para acciones que requerían coraje y audacia, virtudes morales a las que debían aunar porte y elevada estatura, cualidades todas indispensables para esta tropa selecta.

Producido el decreto de creación de este Primer Escuadrón de Granaderos montados, que fue puesto bajo responsabilidad directa de San Martín, se designaron colaboradores de éste a Carlos de Alvear y José Zapiola -sus compañeros de viaje en el regreso a la Patria- a quienes se les otorgó rango de Sargento Mayor y Capitán, respectivamente.

El núcleo inicial de la tropa y clases fue tomado de los Dragones de la Patria, unidad de caballería preexistente.

De allí en más, San Martín inicia una ímproba tarea organizando el Cuerpo, seleccionando hombres e instruyéndolos tanto en las categorías de Oficiales como de Tropa.

Posteriormente se denominaría Regimiento de Granaderos a Caballo "GENERAL SAN MARTÍN".

Pronto se incorporaron soldados veteranos y simples reclutas provenientes de la campaña de Buenos Aires y de las provincias interiores.

El 3 de noviembre de 1812, el Teniente Gobernador de Corrientes, Teniente Coronel Toribio de Luzuriaga, remite a Buenos Aires un grupo de "Mozos destinados al Servicios de las Armas", entre los que se hallaba Juan Bautista Cabral.

El grupo viene a órdenes del Teniente de Voluntarios de las Milicias de Corrientes Juan Bautista Parrety y el viaje lo hacen en dos tramos bien diferenciados; hasta Santa Fe lo realizan por vía fluvial, era imprescindible para evitar encuentros con buques de la flota española que incursionaban por el río Paraná con la finalidad de obtener provisiones para sus tropas sitiadas en Montevideo a la vez que para obstaculizar las comunicaciones y comercio con el Paraguay.

Concluida la misión del Teniente Parrety, el gobierno de Buenos Aires ordena al Comisario de Guerra que entregue al mismo la cantidad de sesenta pesos como gratificación, a fin de que pueda equiparse para el regreso como así también se le otorgue pasaporte para el mismo y un asistente, ocupando tres caballos.
Cabral fue incorporado en la primera Compañía del Primer Escuadrón y ello se conoce mediante dos documentos: uno de ellos, el más conocido es la nómina de los muertos en San Lorenzo, con el destino interno de cada granadero en su regimiento, que se publica en la Gazeta; el otro, menos conocido, es la factura que el Hospital de la Residencia pasa al cobro por el período de los meses de septiembre a diciembre de 1812".

Su Sargentía discutida

"Todo hecho histórico, para ser auténticamente reconocido, debe estar apoyado en elementos de juicio suficientemente sólidos.

No obstante, cuando tales elementos faltan, algunos detalles permiten conjeturar o elaborar hipótesis que, una vez expresadas, sirven de orientación para efectuar investigaciones que tiendan a confirmarlas o finalmente desvirtuarlas.

Así, pues, por vía de hipótesis, trataremos de aportar ideas acerca de esta tradicional sargentía atribuida a Juan Bautista Cabral, no solamente discutida en algunos casos, sino también absolutamente negada por falta de un documento probatorio de la jerarquía que, cuando menos, la tradición le adjudica.

El corto lapso en que permaneció integrando el Regimiento - dos meses y medio - no era en esa época y circunstancia, una causal de impedimento para el ascenso.

Si bien Cabral puede ser considerado Sargento por vía y obra de una leyenda y de una tradición, negarlo en el primer supuesto por falta del elemento documental lleva implícita la negación de lo segundo.

Pero no reconocer lo que es tradición es riesgoso para los propios cimientos en que se sustentan los grandes valores de cualquier pueblo de la Tierra.

Sabemos que la tradición no se asienta en documentos oficiales, que no se impone por decisión gubernativa.

Nace de una convicción, generalmente de raigambre popular y es el tiempo el único fundamento que le da validez.

Si perdura, pasará a formar parte del acervo cultural del pueblo que lo acepta. Esta sargentía de Juan Bautista Cabral es ya - y desde hace mucho tiempo - parte inseparable de la temática del ser nacional argentino".

El Combate de San Lorenzo
"San Martín desembarcó el 9 de marzo de 1812 en Buenos Aires, la ciudad capital del antiguo Virreinato del Río de la Plata.

Contribuir a la independencia de los pueblos americanos era la alta misión que lo había impulsado a retornar a su tierra natal.
A poco de su llegada, el gobierno triunviro le confió la organización de un escuadrón de caballería, que en pocos meses se constituiría en la base del Regimiento de Granaderos a Caballo, de inmortal memoria en las luchas por la emancipación americana.
Mientras instruía a Oficiales, Cadetes, Cabos y Soldados en el arte militar, en el manejo de las armas y en la disciplina castrense, el General San Martín contrajo matrimonio con María de los Remedios de Escalada.
El 7 de diciembre de 1812 el nuevo gobierno triunviro le concedió el empleo de Coronel del flamante Escuadrón.
El 3 de febrero de 1813, San Martín, al frente de 120 granaderos, obtuvo su primera victoria en tierra americana al derrotar en San Lorenzo, cerca de la ciudad santafesina de Rosario, a 250 infantes desembarcados de una expedición fluvial corsaria promovida por el gobierno de Montevideo, ciudad aún dominada por partidarios del rey Borbón.

El combate duró quince minutos y en su transcurso el jefe criollo estuvo a punto de perder la vida al quedar aprisionado por su caballo herido.

Fue en esa oportunidad en la cual nuestro valiente Granadero menospreció su vida y fue en auxilio de su Jefe para que no muriera en manos enemigas.
Bartolomé Mitre en su libro Historia de San Martín y de la emancipación americana, nos allana el camino sobre la circunstancia de las cuales fueron protagonistas los granaderos Juan Bautista Cabral y Juan Bautista Baigorria:
Las cabezas de las columnas españolas, desorganizadas en la primera carga, que fue casi simultánea, se replegaron sobre la mitad de retaguardia y rompieron un nutrido fuego contra los agresores, recibiendo a varios de ellos en la punta de sus bayonetas.

San Martín, al frente de su escuadrón, se encontró con la columna que mandaba en persona el Comandante Zabala, jefe de toda la fuerza de desembarco.

Al llegar a la línea recibió a quemarropa una descarga de fusilería y un cañonazo de metralla, que matando a su caballo lo derribó a tierra, tomándole una pierna en la caída.

Trabóse a su alrededor un combate parcial al arma blanca, recibiendo él una ligera herida de sable en el rostro.

Un soldado español se disponía ya a atravesarlo con la bayoneta, cuando uno de sus granaderos llamado Baigorria (puntano), lo traspasó con su lanza.

Imposibilitado de levantarse del suelo y de hacer uso de sus armas, San Martín habría sucumbido en aquel trance, si otro de sus soldados, no hubiese venido en su auxilio echando resueltamente pie a tierra y arrojándose sable en mano en medio de la refriega.

Con fuerza hercúlea y con serenidad, desembaraza a su jefe del caballo muerto que lo oprimía, circunstancia que los enemigos reanimados por Zabala a los gritos de Viva el Rey!, se disponían a reaccionar, y recibe en aquel acto dos heridas mortales gritando con entereza:

"Muero contento! ! Hemos batido al enemigo !.

Llamabase Juan Bautista Cabral este héroe de la última fila: era natural de Corrientes y murió dos horas después repitiendo las mismas palabras".
Una anécdota de éste combate fue, que el entonces Coronel de Granaderos a Caballo D. José de San Martín omitió colocar en el Parte de la Victoria de San Lorenzo del 3 de febrero, los granaderos que ofrendaron su vida en la contienda.

Sería recién el 27 de febrero de 1813 que San Martín eleva al Supremo Poder Ejecutivo la nómina de los muertos en el combate y además solicitaría - entre otros - recompensar a la familia del heroico granadero". .

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