PEDIDO DE JUSTICIA
Carta al Director de la señora de un Coronel preso
Isabel Costilla es la señora del Coronel ( R ) Jorge O. Lazarte, quien está preso en el penal de Villa Urquiza, la cárcel de Tucumán.
Lazarte tiene un hijo autista en grado severo, fruto de su primer matrimonio, que sólo se comunica con él y que actualmente debió ser internado ante el traslado de su padre a Tucumán, para ser juzgado en la megacausa, Jefatura de Policía II / Arsenales.
La situación de la familia Lazarte, son 7 hijos en total, pasa por un momento muy doloroso no sólo por lo que significa un papá en la cárcel, sino por ver a “Jorgito”, este hijo y hermano especial, privado de su padre, única persona con la que él se comunica, sin poder darle explicación alguna, a quien además debieron internar ante esta situación para él inentedible que lo ha sumido en una fuerte depresión.
LA pregunta es,
¿para quien son los “derechos humanos”?,
¿hasta donde se pone en riesgo familias enteras o la salud de alguno de sus integrantes?, estamos viendo a diario a algunos de los detenidos que se deterioran a pasos agigantados, como el caso del Coronel Varela internado con 8 kg menos y su familia en Jujuy, o este caso que desgarra, de un hijo autista e indefenso a quien le han arrancado su padre, único ser con el que se comunicaba….
A continuación la carta enviada por su señora, Isabel Costilla de Lazarte
Motiva esta carta, la impotencia que siento y vivo ante la situación de prisión de mi esposo, Coronel ( R ) Jorge Lazarte, en Villa Urquiza, Tucumán.
Habiendo respondido con documentos a los requerimientos en varias oportunidades, a derecho, espontáneamente, y a las acusaciones presunción de culpabilidad, siendo Tte. 1ro (1975) en gobierno democrático, fue detenido y privado de su libertad hace 4 meses.
Su excarcelación estaba otorgada por los jueces al probar su inocencia, y por la necesidad de atención de su hijo, Jorge Martín de 38 años, autista en grado alto.
Sin responderle directamente, sin su consentimiento y obviando la decisión de los mismos, el juzgado federal me ofreció ser la curadora, siendo yo madre adoptiva, ya que mi marido era viudo, desconociendo la ley de discapacitad que los prioriza.
Está claro que el Estado le está quitando la patria potestad, es un delito, es algo doloso contra la persona; se pone en riesgo su salud física y psíquica por el lazo que los une.-
Con esta actitud se priva al hijo de sus progenitores, con la pérdida de las relaciones naturales y espirituales de saberse protegido, ademàs de la absoluta desvinculación material y afectiva.
Esto constituye la violación de un derecho fundamental de la relación primaria con todo lo que ella importa.
Es un derecho que no puede ni debe ser vulnerado.
Le negaron también la libertad provisional en forma injustificada afectando de esa manera su derecho fundamental de libertad.
En lo que concierne a la libertad de mi esposo, los derechos humanos, en este caso, hablan por sí solos, más ante la presencia de un niño indefenso.
Es de considerar también el hecho de tener una familia numerosa con hijos adolescentes que vivieron en forma “especial”, permanentemente.
Necesito que por este medio contemplen la urgencia de la posibilidad de restablecer ese vínculo tan estrecho y afectivo que tenía con su hijo, que su ausencia está afectando.
Esta voz , aislada y casi solitaria, no significa eximirlo de culpas por cuanto es inocente ,lo probó y sigue haciéndolo, pero ante el deber amoroso y fiel que siente como padre y al no obtener respuesta positiva, pido en nombre de ellos consideración y justicia.
Como madre del corazón siento el afecto y el deber moral, en memoria de su madre que desde el cielo lo protege, y al dolor que estos hechos le provocarían, de reclamar por los derechos que les corresponden , que son humanos y justos.
Sé que Dios así lo desea.
Que la Santísima Madre nos bendiga.
María Isabel Costilla Cátuli
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