lunes, 12 de julio de 2010

CENA DE CAMARADERIA

PALABRAS DE LA PRESIDENTE DE LA NACION, CRISTINA FERNANDEZ DE KIRCHNER, EN LA CENA DE CAMARADERIA DE LAS FUERZAS ARMADAS

Señor vicepresidente de la Nación; señora Ministra de Defensa; señores jefes de Estado de las tres Fuerzas y señor Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas Argentinas; señores oficiales; invitados oficiales: en primer término y antes de abordar esta mi primer intervención en la Cena de Camaradería de las Fuerzas Armadas quiero hacerles el anuncio que me habían solicitado bajo amenaza de no darme cena esta noche los tres jefes de las Fuerzas Armadas si no anunciaba finalmente el aumento que se les concede a las Fuerzas Armadas, similar al resto de la administración pública nacional.

Muy en broma en el último encuentro que mantuvimos en la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral me decían "Presidente, si no anuncia el aumento me parece que no le vamos a dar comida después".

Y como eran tres hombres y las mujeres somos débiles y no tenemos fuerza para oponernos, finalmente dije vamos a dar el aumento que corresponde a nuestros oficiales, suboficiales y a todo el personal de nuestras Fuerzas Armadas, en forma similar al que ha recibido el resto de la administración pública nacional.

Es para mi un gran compromiso la intervención de esta noche frente a todos ustedes, que es en definitiva transmitirles a mis subordinados el pensamiento de la Jefe de Estado en torno a un tema clave como es nuestro sistema de defensa nacional, y los desafíos que esto presupone en un mundo muy complejo y cada vez más complejo.

En principio definir los dos ejes básicos que constituyen nuestra comprensión; primero la de un Gobierno democráticamente electo, que es quien por imperio de la Constitución diseña y planifica la concepción, las alianzas estratégicas y la ejecución de una política de defensa, en el marco irrestricto del respeto a los derechos humanos y la autodeterminación de los pueblos.

En segundo termino lo que ha definido nuestra Ley de Defensa Nacional, la construcción del sistema de defensa nacional donde las Fuerzas Armadas constituyen precisamente el instrumento militar de este concepto de la defensa nacional.

Bajo esos dos ejes fundamentales quiero abordar en esta noche siete puntos que para mí son claves:

el primero, la integración definitiva de nuestras Fuerzas Armadas a los derechos y garantías que tienen todos los ciudadanos argentinos.

Nuestros hombres y mujeres que con vocación han elegido la carrera de las armas son ciudadanos y ciudadanas especializadas en el uso de armas y con estudios en materia de defensa nacional.

Pero son también ciudadanos que merecen todos los derechos y garantías del resto de la ciudadanía.

Por eso creemos que es inminente la sanción de un nuevo código de justicia militar, que fuera enviado al Parlamento argentino por el anterior gobierno, y que sin perder de vista las características específicas y especiales que tiene la actividad militar en cuanto a jerarquía, en cuanto a cumplimiento de los órdenes, plantea un sistema de derechos y garantías de los cuales los hombres y las mujeres de armas no pueden carecer.

Se plantea inclusive la figura del obusman dentro de las propias Fuerzas Armadas, como una garantía de esos derechos civiles que también tienen todos los argentinos, vistan uniforme o no, a acceder a una justicia absolutamente igualitaria.

La igualdad no es una concesión, es esencialmente la base intrínsica de un sistema democrático, civilizado y desarrollado.

La segunda cuestión pasa también dentro de esta integración, lo que hicimos hace unos días en al Escuela de Suboficiales Sargento Cabral, y que también presupone la necesidad de acceder por parte de nuestros miembros de las Fuerzas Armadas, en este caso suboficiales, a bienes básicos como la vivienda.

Por eso también la integración de los hombres de armas a planes federales de viviendas.

No es tampoco una concesión magnánima, es simplemente la concreción efectiva y práctica de esta igualdad que demanda la sociedad para todos sus integrantes.

Esperamos también poder abordar en esta planificación la incorporación de los oficiales también a planes especiales que vamos a lanzar para sectores con un poder adquisitivo mayor del grupo familiar en su conjunto, de manera tal que todos también puedan acceder a estos bienes básicos de un estado de bienestar.

La siguiente cuestión tiene que ver con la reformulación estructural de la gestión de las Fuerza Armadas.

Hace un mes atrás aproximadamente me tocó visitar el Edificio General Libertador José de San Martín.

En esa oportunidad tuve la visión de cómo vamos a concebir la ejecución de un sistema de defensa, no ya como compartimentos estancos entre las tres fuerzas como era antes, cuando cada una tenía un sistema que se repetía o se replicaba en forma similar en cada una de las fuerzas, muchas veces gastando recursos innecesarios, porque por allí podría hacerse en forma absolutamente centralizada, desde la adquisición hasta licitaciones.

Pero también en tareas que tengan que ver con la especificidad del hecho de ser un integrante de las fuerzas Armadas, y que en realidad correspondían a una visión de una Argentina de otro siglo, del siglo pasado, en donde cada fuerza se sentía como algo diferente a la otra.

Concebimos ahora, en este sistema integrado de defensa, a nuestras Fuerzas Armadas como una sola, con distintas, con distintas especificidades, pero una sola.

Creemos que esta reformulación estructural de gestión centralizada, que fue desarrollada en esa visita que tuvimos oportunidad de realizar al Edificio General Libertador San Martín, constituye un avance muy importante en el marco de dar mayor eficiencia, mayor eficacia a la gestión de un sistema de defensa.

La tercera cuestión es la formación del militar.

En estos días, creo que el jueves, vamos a presentar conjuntamente con el Rector de la Universidad de Tres de Febrero la maestría en sistemas de defensa.

Porque normalmente en nuestra sociedad el tema de defensa se vio como algo que podía ser solamente estudio por parte de quienes habían accedido a la vocación militar, como si la cuestión de la defensa solo pudiera ser militar, cuando en realidad vemos en todos los países desarrollados, en todos los países modernos, que tienen grandes y eficaces sistemas de defensa, una participación de la sociedad civil en los estudios y formación de ése sistema de defensa nacional.

Creemos entonces que más allá de que obviamente en las unidades académicas específicas de las Fuerzas Armadas, donde las cosas que hacen estrictamente a las cuestiones de armas de preparación militar, lo que puede ser el aspecto militar, dejarlo en los institutos militares.

Pero todas aquellas materias, todos aquellos objetivos que se dan en universidades públicas nacionales o privadas, deben ser también para una mejor cohesión de la sociedad en un sistema de defensa.

Todos debemos entender que la defensa nacional no es un concepto únicamente militar, es profundamente un concepto político, geopolítico, donde el aspecto militar es un instrumento fundamental, pero no es único.

El cuarto abordaje que voy a hacer aquí es el tema de industria y defensa.

Larga historia tienen nuestra fuerzas Armadas en la defensa y la construcción de la industria nacional.

Generales como Savio, como Mosconi, hicieron escuela porque concebían que no hay mejor sistema de defensa que una nación desarrollada industrialmente, en todos sus aspectos y tareas.

Estamos trabajando fuertemente para que junto a los que lo que entendemos fue algo fraudulento en el tema de Tandanor, conjuntamente con los astilleros Domec García, podamos desarrollar allí un polo en el cual la industria naval tenga el rol que siempre debió tener y nunca se debió abandonar.

Podríamos hablar también en materia aeronáutica, nuestro país pionero en América del Sur en el desarrollo aeronáutico, cuando otras naciones ni siquiera habían abordado el tema.

Y hoy vemos nuestro atraso científico, tecnológico y de desarrollo industrial en estos temas, y entonces pensamos, reflexionaos en voz alta, cuánto tiempo hemos perdido, cuántas cosas podríamos haber hecho.

Pero no es hora de mirar el pasado para lamentarse ni para llorar, sino para aprender de los errores que cometimos todos y de no volver a cometerlos.

Creo que esta es la enseñanza más importante que puede tener el análisis de nuestra historia.

También el abordaje muy importante del rol que están cumpliendo nuestras Fuerzas Armadas en las misiones de paz, de las cuales debo decirles estoy absolutamente orgullosa.

Me toco visitar este año nuestra misión en Haití, la MINUSTA, donde nuestras Fuerzas Armadas tienen a su cargo el hospital que atiende a los 11 mil efectivos de la misión de paz, pero al mismo tiempo también cumple misiones militares tal vez en los lugres más graves en cuanto su situación social.

Quiero decirles que visitando ese hospital militar me sentí muy orgullosa por el desempeño y el alto profesionalismo de nuestros médicos, médicas, enfermeros, oficiales, todos en una tarea que también sabemos que estamos haciendo en Chipre y que tengo intenciones de poder concretar una visita a nuestras Fuerzas ahí antes de fin de año para realmente llevar la palabra, en mi carácter de Presidente de todos los argentinos, de aliento por el rol que cumplen hombres y mujeres en estas misiones y que, además, ponen a la Argentina en un lugar de defensa del multilateralismo de las misiones de paz y de la necesidad de construir un mundo más seguro.

Finalmente, quisiera abordar lo que considero, tal vez, lo básico: el sistema de defensa y la concepción estratégica que tiene esta Jefa de Estado acerca de cuál debe ser nuestro sistema de defensa nacional en el mundo que viene.

Hablar del mundo que viene, hablar de nosotros mismos, de nuestra historia implica, necesariamente, hacer un repaso de cómo interactúa en nuestra historia de casi doscientos años la conformación de un sistema nacional de defensa, cómo interactúa en circunstancias externas e internas que fueron definiendo las distintas etapas que tuvo nuestro sistema de defensa nacional.

En los orígenes de la patria, en la construcción de la patria, el sistema de defensa nacional tuvo un fuerte acento de decisión interna.

El hecho de que yo esté aquí en julio, como lo han hecho otros presidentes, es precisamente porque acerca el día de nuestra independencia.

Y nuestra independencia fue decidida y apurada, por así decirlo, aunque no constituya un término muy académico, precisamente por hombres integrantes de las Fuerzas Armadas frente a políticos que aquí, en Buenos Aires, tal vez no tenían demasiadas intenciones de declarar la independencia nacional porque habían cambiado las cosas en el mundo y nuevamente, luego de la derrota napoleónica en Europa, corrían vientos de restauraciones monárquicas.

Sin embargo, fue el general José de San Martín, acompañado por otro hombre que no era militar, pero que se había hecho militar para defender a la patria, como fue Manuel Belgrano y con Martín Miguel de Güemes, los que empujaron precisamente a que en Tucumán se declarara la independencia el 9 de julio de 1816.

Allí había fuertes influencias externas para así no hacerlo, pero entonces el sistema de defensa nacional funcionó con los intereses de adentro y para este país que se estaba construyendo en una interactuación muy fuerte con lo que el pueblo y sus Fuerzas Armadas demandaban para la nación.

Fue la primera centuria que definió este perfil de sistema de defensa nacional. La segunda centuria, la del siglo XX, nos encontró con un sistema de defensa nacional donde los criterios y los objetivos fueron colocados, fundamentalmente después de la Segunda Guerra Mundial, desde afuera hacia dentro.

Todos ustedes lo saben, un mundo bipolar, un mundo dividido en dos luego de Yalta y Posdam, implicó que se reformularan todos los sistemas de defensa nacional, fundamentalmente también en nuestro continente, y, entonces, el peligro no estaba ya afuera de las fronteras sino adentro.

Me interesa analizar las cosas que nos han pasado, no con un dedo acusador, sino fundamentalmente para entender cómo han interactuado los agentes externos e internos en la historia que nos tocó vivir durante el siglo XX de interrupciones de gobiernos constitucionales y democráticos.

Sería muy fácil para mí pararme aquí esta noche y tal vez con un tono admonitorio dar clases de quién tuvo la culpa, pero lo cierto es, bueno es reconocerlo en este ámbito, que las cosas que han pasado en la República Argentina en materia de interrupciones institucionales no tuvieron únicamente a las Fuerzas Armadas como sus autores.

En todo caso, como mascarones de proa de otros designios que venían desde afuera y también desde adentro, pero que cuando hubo que hacerse cargo de la historia no se hicieron y solamente fueron las Fuerzas Armadas las que allí quedaron como si fueran los únicos responsables de las cosas que habían pasado en la República Argentina.

Esto no exculpa ni quita responsabilidades, pero coloca las cosas en su justo término histórico.

Hubo también sectores civiles que impulsaron también esas interrupciones institucionales.

Tal vez la más terrible de todas, la última, la trágica, la del 24 de marzo de 1976 a la que espero referirme por primera y última vez como Comandante en Jefe de todos ustedes porque de lo que pasó y de los responsables debe ocuparse la Justicia.

Yo me voy a ocupar, junto a ustedes, de construir este sistema de defensa nacional que requiere el mundo que viene, que ya no es un mundo dividido entre los peligros de nuevas o extrañas ideologías, sino que por el contrario, es un mundo más concreto, más difícil, donde el punto estará en la defensa de nuestros recursos naturales, de nuestra Antártida, de nuestra agua.

Hace pocos días me tocó estar en la Conferencia de FAO en Roma y escuché al señor Presidente de la República Federativa del Brasil condenar duramente declaraciones de una importante dirigente europea donde se planteaba el derecho del mundo a cuidar de la amazonía. Y ayer leía una vez más declaraciones del Presidente de la República Federativa del Brasil respondiendo a otro ex importantísimo ex Premier europeo que también sostenía que amazonía y el acuífero guaraní deben ser patrimonio de la humanidad.

Aquí me viene a la memoria algo que dice un amigo mío gobernador de una provincia del Noreste argentino:

"Viste, Cristina, siempre declaran patrimonio cultural al agua, a los glaciares, a la amazonía, nunca desde allá se declaran patrimonio de la humanidad las patentes medicinales, los remedios, el conocimiento".

Siempre son curiosamente los recursos naturales los que son declarados patrimonios culturales o naturales de la humanidad.

Creo sinceramente que este siglo XXI va a exigir de los sistemas de defensa nacional, entendidos estos como una construcción global de la sociedad en su conjunto y sus Fuerzas Armadas como el instrumento militar de ese sistema de defensa, el punto clave del siglo XXI.

La defensa y protección de nuestros recursos naturales nos hacen, particularmente aquí, en América latina, a argentinos, brasileros, venezolanos, chilenos, uruguayos, bolivianos, ecuatorianos como una región productora de energía y alimentos, dos elementos claves que seguramente ustedes me habrán escuchado mencionar mucho antes de que esto tomara la dimensión mediática que hoy tiene cuando me tocó asumir como Presidente de todos los argentinos el 10 de diciembre del año pasado.

Por eso, los invito a todos ustedes, oficiales de las Fuerzas Armadas, hombres y mujeres que han decidido ejercer su vocación, de tener las armas para defender a la patria, a construir con esta concepción y en este mundo difícil este nuevo sistema de defensa nacional que exige el ahora.

Yo sé que muchos de ustedes han pasado momentos difíciles y seguramente podrán seguir, tal vez, pasando momentos difíciles, pero hay cosas, señoras y señores, que solamente las pueden solucionar, como digo yo, la coronela Justicia y el general Tiempo y creo, compatriotas que visten uniforme, que en nombre de todos los argentinos, de todos los hombres y mujeres, jóvenes, viejos, profesionales, intelectuales, obreros, trabajadores, en nombre de todos ellos creemos que nos merecemos todos una historia diferente.

Y construir una historia diferente a la que hemos tenido para entrar en el tercer siglo de vida, va a ser una obligación que todos vamos a tener.

Cuanta más alta la responsabilidad, más alta la contribución a la construcción de esa nueva historia.

Pero quiero decirles a todos ustedes que cada uno de ustedes, hombres y mujeres que visten uniforme, tienen su lugar para cumplir en esta nueva historia que queremos construir.

Muchas gracias y quiero brindar por la patria y por el Día de la Independencia que se celebrará el 9 de julio próximo.

Por la Argentina, por la patria y por la independencia, ¡salud!

Reflexiones sobre la reciente Cena de Camaradería de las Fuerzas Armadas, en la que participara la Presidente Cristina Fernández

Año tras año los miembros de las Fuerzas Armadas de la Nación renuevan la esperanza del anuncio de la señora Presidente de la Nación en dicha cena, en relación a la recomposición de los haberes militares que se abonan actualmente en el orden del 30% en blanco y el resto en lo que eufemísticamente se denomina "sumas fijas no remunerativas ni bonificables".

El año pasado, a través del Decreto número 1262 del día 15-09-2009, se le otorgó a la Policía Federal una recomposición del haber basado en el mínimo vital y móvil de $1500.

Para esa época, tanto los restantes miembros de las Fuerzas Armadas como los de Seguridad pensaron que el Ejecutivo sería equitativo, que no discriminaría y que en breve adoptaría la misma actitud, en virtud de regímenes legales similares para las mismas.

Lo propio se esperaba también para sus regímenes jubilatorios, respetando leyes vigentes como la Ley 19.101 y la Ley 25.520, aprobadas por los parlamentos de la democracia.

Prácticamente, y a un año del mencionado Decreto, los miembros de las Fuerzas Armadas aún no obtuvieron respuesta alguna para sus expectativas.

En días recientes, hemos sido testigos de las discusiones que se suscitan en virtud del tratamiento en el Congreso del llamado 82% móvil.

De tal suerte que hemos accedido a estadísticas alarmantes que describen la situación del sistema jubilatorio argentino.

De 5 regímenes especiales -entre los que se encuentran científicos y docentes- y que debieran respetar ese porcentual y los aumentos que corresponden a cada jerarquía en actividad, solo se respetan dos: el de judiciales y el de diplomáticos.

Como si existieran preferencias en la actual Administración, considerándose a algunos, ciudadanos de primera clase, y al resto, argentinos de segunda o tercera categoría.

Si bien los docentes se retiran con el 82% de su sueldo como activos, tampoco se les respeta los aumentos que deberían percibir en relación a su rol en actividad.

Desde que el kirchnerismo gobierna los destinos del país, podríamos declamar que han logrado un verdadero milagro de corte "progresista":

en el año 2002, solo el 20% de los jubilados percibían una jubilación mínima; hoy, ya el 80% de los jubilados argentinos reciben la más baja remuneración, lo cual nos indica que lo han logrado "igualando hacia abajo", no respetando los esfuerzos que cada ciudadano ha hecho en su vida, tanto profesionalmente como en materia de capacitación y aportes.

Con respecto a las Fuerzas Armadas, la discriminación ya no conoce límites tolerables, no solo con respecto a los jubilados, a quienes le son liquidados ANSES (y que hoy perciben un promedio de 42% del haber de un activo).

En el ámbito de las Fuerzas Armadas, se percibe apenas un miserabilísimo 30%, y es en estos sectores que se ha observado una categórica quiebra de sus obras sociales.

Concretamente, la situación solo ha visto mejorías en Policía Federal.

Es dable destacar que todos los miembros de las FF. AA. aportan tanto en actividad como en situación de retiro.

Si la Presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, se presenta en la cena de camaradería sin efectuar anuncios al respecto, la problemática continuará profundizándose.

Consecuentemente, la industria del juicio verá un crecimiento todavía más agudo: ya tenemos en el país un aproximado de 360 mil reclamos por ajustes jubilatorios o liquidaciones mal efectuadas, lo que ciertamente representa una más que pesada herencia para el futuro gobierno que surja del proceso electoral de 2011.

Quien esto escribe no alienta expectativas positivas en cuanto a la modificación de la tesitura aplicada hasta el momento, en virtud de información de carácter off the record recibida.

Tampoco se esperan mayores cambios en los procederes y el comportamiento de la pareja gerenciante, la que claramente deja entrever una verdadera intención de generar descontrol en todas las cuentas del orden nacional, tal vez, con el único objetivo de transformar a la Argentina en una nación a todas luces ingobernable durante los próximos años.

El analista Sorge refiere a la reciente Cena de Camaradería en la que la Presidente anunciara un incremento de salarios para el personal de las Fuerzas Armadas. Aunque el incremento sería de carácter no remunerativo.

Significado de camaradería :


"UNIDOS POR LAZOS DE ACTIVIDAD EN COMUN, COMPAÑERISMO" .

Como todos los años, en vísperas de la fecha conmemorativa del nacimiento de la Patria, se celebró en la sede del Edificio Libertad la cena que convoca a los jefes castrenses, personalidades del quehacer político, cuerpo diplomático y miembros de la Corte Suprema de Justicia.

El evento de este año fue presidido por la Señora Presidente Cristina Wilhelm Fernández Kirchner quien, en el introito del ágape, se dirigió a los Jefes de Estado Mayor anunciándoles el aumento salarial tan esperado, que por supuesto es similar al aplicado a la administración pública nacional del orden de 19,5%.

Aunque obvió mencionar que el aumento en cuestión respeta las tradiciones liminares de la Patria, léase, la evasión fiscal.

El Estado Nacional, que invierte fortunas en publicidad oficial en programas radiales y televisivos en persecución de evasores, se convierte así en el mayor evasor.

"Convertí tres goles; uno donde duermen las arañas.

Lo que sí no me acuerdo es en qué canchita".

El locutor en off responde :

"En esa, esa que no tenés declarada". Cristina convirtió un nuevo gol, en esa que si tiene declarada, la sede del Edificio Libertad de la Armada, y uno se pregunta, observando las caras de los JEMGE (jefes de Estado Mayor), cuál será el motivo por el cual se reían estos señores comandantes.

¿Acaso rinden culto al estulticia?

Creerán que jamás pasarán a situación de retiro y percibirán paupérrimos y miserables haberes, lindantes ya con la indigencia.

Los medios nos bombardean con la confiscación del 47% promedio en retenciones agropecuarias, y en el caso de los haberes militares la retención ronda el 70%.

Por ende, se percibe un promedio de 30% de sueldo con respecto al activo, violando leyes como la 19.101 y la 25.520, y esto se anuncia en presencia de los supremos jueces.

Siempre a sabiendas de que el problema en cuestión seguirá dirimiéndose en el ámbito judicial, y con el consabido perjuicio para el Estado Ncional y el pago en su momento de los retroactivos correspondientes.

Debido a la situación antes descripta, podemos agregar que La Unión del Personal Militar presentó un amparo, con fecha 19 de mayo próximo pasado, por inamovilidad de los haberes del personal militar retirado y pensionado. Fundó dicha presentación en la conculcación manifiesta y prolongada de la garantía constitucional prevista en el Artículo 14 bis de la Constitución Nacional, tomando intervención el juzgado Federal de Primera Istancia Nº 2, Secretaría Nº1 del fuero de la Seguridad Social.

Por toda respuesta, se obtiene que el magistrado que entiende en la causa expide sentencia en la que desestima el recurso de amparo, por considerar que existen otras vías idóneas para presentar la demanda "juicio ordinario" y así seguimos alimentando la industria del juicio, tras 16 años sin actualización de haberes de retirados y pensionados, con ejemplos tan claros como el del Veterano de Malvinas Ferreyra, Juan Carlos, con 6 familiares a cargo y un haber $500,99.

En un proceso ordinario, no se reparan las situaciones de urgencia.

Los camaradas retirados no son seres inmortales : ellos claman por justicia en el tiempo que les queda de vida.

Quien esto escribe interpreta, no obstante, que el concepto para el binomio gobernante sobre personal militar y civil retirado de las Fuerzas Armadas es sinónimo de "procesistas" , "genocidas" y/o "autores de crímenes de lesa humanidad", desvalorizando esencialmente a todo el personal, al equiparárselos con un grupo minúsculo que no representa ni de cerca el pensamiento de las Fuerzas Armadas argentinas.

Es lógico que así lo interprete el ex presidnte Néstor Kirchner, quien sí quiere imponer una suerte de pensamiento único en relación a estos temas.

Según fuentes bien informadas, el ex primer mandatario (pero Presidente en funciones) habría presionado al Poder Judicial a los efectos de obstaculizar y demorar las sentencias judiciales y violando -fiel a su costumbre- la independencia de poderes.

Lamentablemente, los argentinos estamos gobernados por una evidente plutocracia, cuyo único fin es el latrocinio de la República Argentina, amparados aquellos referentes oficiales en leyes como Emergencia Económica y superpoderes.

A los Jefes de los respectivos Estados Mayores, sólo les dejo esta frase, a manera de reflexión :

Cuando el leñador entra en el bosque, un árbol le dice a otro :

"Y pensar que el mango del hacha es de los nuestros".

Sorge, para El Ojo Digital Sociedad.

lunes, 5 de julio de 2010

¿ JUICIO ?

¿ Podrá creer la comunidad internacional?

¿Podrá creer la ciudadanía argentina?

Y por si no lo pueden creer, les aseguro, que no se equivocan.

Los denominados juicios que se están llevando a cabo en los distintos tribunales federales, son un abuso del imperium de los jueces, que violando todo principio de legalidad, consuman una violación sistemática de los derechos humanos de los imputados en pos de una verdad que termina siendo una mentira.

Debería bastar con recitar la Constitución Nacional Art. 18.-

Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa....ley anterior al hecho del proceso....cualquier hecho desde 1976 a 1983 no constituía "lesa humanidad" para el orden jurídico argentino.

Por tanto, un autor de esos días desconocía una categoría jurídica transnacional, y los jueces también.

Los tratados internacionales posteriores, rigen desde su firma y hacia adelante en el tiempo.....o sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa...

La ley vigente y anterior a los hechos de las presentes causas, era el Código de Justicia Militar y Código Penal vigente entre 1976 y 1983 dada la dependencia operativa dictada por decretos del gobierno de 1975 donde pone a todas las fuerzas uniformadas del país, bajo control operacional de la fuerzas armadas y con ello sujetos a las leyes y reglamentos militares.

Significa ello que los jueces militares debieron juzgar cualquier hecho delictuoso de uniformados en ese período, en que se desarrollaba la guerra contra la guerrilla del ERP y Montoneros y fuerzas de apoyo.

¿Creerán que aquí se viola la prescripción?

Pues si.

Aquí se pretende anular la prescripción en hechos supuestamente cometidos 30 años atrás.

Es así que personas que no se acuerdan ni de los cumpleaños de sus nietos ni quizás que auto tenían, hoy dan "testimonios" con lujo de detalles y coincidentes, siguiendo un libreto calcado y en casos con un papelito en el bolsillo donde traen nombres y circunstancias escritas para no "pisarse" o mirando a los abogados de las querellas, consultando con la mirada, si no cometió un error u olvido.

Aparecen "milagrosamente" documentos que ni el Estado guarda por mas de 10 años.

¡Claro! aquí todo vale.

Baste con ver los videos de las sesiones para ver como los que estaban como público escuchando los testimonios y viendo a los encartados, luego aparecen como testigos, claro, no es cuestión de equivocarse, se están asegurando la coherencia.

Tanto que los sentados al banquillo, no pueden intercambiar lugar entre ellos, para que los testigos puedan saber con anticipación cómo se llama cada uno por el orden de su silla.

Envejecen las personas, envejecen las cosas, los papeles y la memoria, desaparecen o simplemente se destruye todo por el paso del tiempo.

Y éste es el sabio fundamento de la prescripción.

La farsa se monta tan solo con testimonios y a falta de documentos, se denuncia un plan para eliminar libros y actas.

¿Aquí se condena por testimonios?.

En una proporción de 95/5 los testimonios son directos.

Es decir que 95 dicen haberlo escuchado de otras personas y tan sólo 5 aseguran haberlos percibido con sus sentidos.

No hay en 30 años un sólo certificado médico o psiquiátrico que den constancia de lesiones, secuelas psicológicas etc.

Es decir que nadie estaba enfermo ni lesionado hasta que comenzaron los juicios.

Desde allí, las mujeres se acordaron que fueron violadas o abusadas, se acordaron que estaban embarazadas, los hombres, que fueron golpeados y picaneados que estaban encapuchados, sin embargo veían cosas y personas por las rendijas.

Es decir que cualquier fábula es válida, total a 30 años, nada se puede probar, basta con testimoniar.

Los jueces civiles no entienden de milicia.

Hacen el ridículo los jueces que pretenden entender la vida militar y el espíritu de disciplina de un militar.

Inevitablemente comparan con su propia vida y motivaciones éticas, siendo que un militar obedecía ciegamente a sus superiores, a las leyes y reglamentos y a su deber de servicio.

Sería estúpidamente ingenuo, esperar que el ERP o Montoneros, llevaran registros escriturales de sus acciones, sin embargo de los uniformados era esperable, pues fueron formados como servidores públicos unos y defensores de la Nacion los otros.

La fe pública y generalizada de los subordinados a sus superiores fue indiscutible.

En 30 años pudo haber cambiado con el relativismo moral que sobrevino, pero era tal como lo afirmo en 1975-83.

Los uniformados que transgredían la ley, eran sumariados y repudiados por la generalidad de sus camaradas que no aceptaban un poliladrón.

Los libros y documentos destruídos por el tiempo, serían las mejores defensas documentales de los procesados de hoy.

Radiogramas, Libros de Novedades, Memorandums, Ordenes internas etc. Hubieran sido las mejores defensas.

Sin embargo, los jueces en su "civilidad" se creyeron aquello de la destrucción sistemática de documentos.

¿Que uniformado estaría interesado en ocultar sus acciones?

Nadie, ya que se estaban cumpliendo los dictados del Gobierno Nacional y de la autoridades constituídas.

Los combatientes, fueron condecorados, algunos, otros recibieron sus calificaciones habituales en sus legajos y la enorme mayoría en su tarea orgánica, cumpliendo su deber.

¿La vida por una cachetada?

Son tan desmedidas las condenas que como en el juicio de Misiones, fueron dictadas dos condenas que deberían responder a preguntas lógicas:

mataron a alguien-no,

secuestraron a alguien-no,

hirieron a alguien-no,

amputaron a alguien-no,

robaron a alguien-no,

violaron a alguien-no,

privaron ilegalmente de su libertad a alguien-no,

robaron un hijo-no.

Si nada de eso hicieron, cómo es que les dieron 20 y 23 años de condena?.

¿ No es un fraude a la verdad?

¿Que le dieron una cachetada, que le hicieron hacer flexiones de piernas con una plantera sobre la cabeza, que lo obligaron a desnudarse, que lo asustaron con el sonido de un matafuegos?

¿Me creerán que eso fue el fundamento de la condena?

Dos personas, de 58 y 59 años están presas por testimonios de integrantes de la misma banda criminal que atacó el Regimiento de Formosa el 5 de octubre de 1975.

¿Hubiera sido condenado un enfermero de hospital que hubiese colocado mal una inyección a un montonero o erpiano?

Estas dos personas eran agentes penitenciarios y fueron juzgados por actos de servicio en una Unidad legal, no un rancho o un centro clandestino como hoy se estila decir.

Se prevarica, prevarica, se prevarica.

No lo hace el que desconoce el derecho, lo hace el que lo conoce bien y debe aplicarlo siendo el depositario de la fe pública de sus actos.

Sabe que con lo que hizo violó todo lo que estudió sobre garantías, las de fondo, no las meramente formales.

Aceptó llevar adelante un juicio violando las garantías constitucionales, aceptó testimonios viciados de delincuentes amnistiados, aceptó reemplazar pruebas por indicios, aceptó juzgar hechos de guerra con leyes de paz , a sabiendas.

Puso detrás de vidrios antibalas a antiguos oficiales de la ley argentina y en sala abierta y confortable a los terroristas devenidos en víctimas.

¿ Olvidó a las víctimas de estos terroristas?

Pesa más en la balanza la vida del justo que la del delincuente.

Sepa el mundo pues, que aquí se juzga con el derecho procesal y penal del enemigo.

Alcaide(R) Nelson D. Cremades