martes, 4 de septiembre de 2012


MALESTAR


TENSION MILITAR POR SALARIOS, PERCEPCION DE ABANDONO Y RESENTIMIENTOS

Ninguna preocupación institucional republicana debe aquí considerar el lector. 

El estado deliberativo que se está constituyendo hacia el interior de las unidades de las FFAA y en el ámbito de su personal retirado, tiene más carácter interno, en tanto sienten que sus conducciones profesionales y políticas no se han ni preocupado ni ocupado por la reducción de salarios (40%) que dispuso un fallo dela Suprema Corte de Justicia de la Nación (contrario a su propio fallo anterior) y que afectará a distintos sectores de la matriz salarial tanto hacia el personal militar en actividad como así también el que está en condición de retiro.

Lo cierto es que la diferencia entre lo que cobra un personal militar en actividad y uno de igual jerarquía cuando pasa a situación de retiro, es abismal. 

A modo de ejemplo: Un General de División en activad cobra del orden de los 22 mil pesos y cuanto pasa a situación de retiro su haber se reduce en 14 mil pesos, pasando a cobrar 8 mil. 

Un Capitán de Fragata cobra aproximadamente 12 mil pesos y cuando pasa a situación de retiro su salario se reduce en 7200 pesos y pasa a cobrar 4800 pesos de bolsillo.

Tradicionalmente el personal militar no tuvo nunca grandes salarios acorde a sus responsabilidades, pases permanentes, movilidad y exigencias de dedicación exclusiva, pero esto se compensaba con un retiro que inicialmente alcanzaba casi la totalidad de lo que cobraba en actividad, ya que los retirados seguían aportando a su Caja de Jubilaciones o sea el IAF.


El desfasaje producto de sumas no remunerativas, más la percepción de que al personal militar se lo castiga por el pasado de sus antecesores, sumado a lo que algunos llaman “salario domesticador”, que significa no desarrollar ningún tipo de reclamo so pena de ser pasado prematuramente a retiro y ver así disminuidos sus ingresos familiares, fue creando calladas diferencias hacia el interior de las unidades respecto a sus Generales, Almirantes y Brigadieres. 


En los intersticios de algunas unidades una frase se repite… “no nos defienden porque ni ellos ni sus esposas quieren perder el auto con chofer, la casa oficial, los gastos cubiertos, los viáticos de sus viajes, algunos negocios y sus triplicados salarios”.

Conflicto hacia el interior del Gobierno


Si bien la información ya había tomado cuerpo hace dos semanas en diferentes páginas Web, especialmente aquellas relacionadas con sectores internos de las FFAA, muchos medios nacionales, evitaron tratar el tema, hasta que trascendió que la crisis había llegado al Poder Ejecutivo cuando el Secretario de Seguridad, Teniente Coronel (RE) Sergio Berni presentó su renuncia al cargo en confrontación conla Ministrade Seguridad Nilda Garré.La Presidentehabría rechazado la renuncia -la que no fue presentada con carácter indeclinable- y el tema quedó expuesto.


Lo cierto es que la ministra de Seguridad, Nilda Garré, ordenó a través de una resolución hacer efectivo este fallo dela Corte, decisión que terminó de quebrar su relación con Sergio Berni. “Así es imposible trabajar en tranquilidad con las fuerzas de Seguridad”, citala Weblapolíticaonline, habría gritado el secretario de Seguridad en los pasillos del sexto piso del Edificio Centinela dela Gendarmería, donde tiene su oficina.


Furioso, Berni hizo llegar su renuncia ala Presidenta. Elmensaje que envío ala Casa Rosadaes que nadie podrá conducir a las fuerzas de seguridad, si se acatan estos fallos que recortan sus haberes. Cristina no aceptó su dimisión, pero aún no se sabe cómo avanzará esta interna en el ministerio. La tensión está en su máximo nivel.
La naturaleza del problema
A partir de un fallo dela Corte Suprema, el personal militar y de las fuerzas de seguridad podría tener que devolver parte de los aumentos salariales cobrados en los últimos siete años, al disponer el tribunal que se modifique el cálculo de las actualizaciones de los haberes en el ámbito castrense.


La resolución judicial, que afecta principalmente a los oficiales y suboficiales retirados, no fue todavía aplicada, pero ya comenzó a generar malestar e incertidumbre.


Desde 2005, los aumentos otorgados al personal de las Fuerzas Armadas y de seguridad se aplicaron como “suplementos no remunerativos ni bonificables”, a través de distintos plus por vivienda, vestimenta y estudio, entre otros conceptos, que no se computan en el cálculo de los haberes del personal retirado. 


O sea, un ardid remunerativo como en tantas otras áreas para reducir las condiciones de jubilación y / o en estos casos, de retiro. El tema es que ahora, el fallo judicial, afectará también a los sectores en actividad

Fuentes castrenses revelaron que esos suplementos no remunerativos constituyen hoy casi el 70% del sueldo de los 73.000 militares en actividad, lo que amplía la distancia salarial respecto del personal retirado (unos 50.000), cuyos haberes representan el 38% de los que están en servicio.


Ello provocó en los últimos años una avalancha de juicios, por parte de militares y oficiales de seguridad que lograron medidas cautelares favorables para que se les reconozcan los conceptos no abonados. 


“Los amparos y las recomposiciones salariales dispuestas en sede judicial produjeron un desequilibrio gigantesco en la escala de remuneraciones, con oficiales que multiplicaron sus haberes en forma desproporcionada”, explicó al diarioLa Naciónun vocero de la ministra de Seguridad, Nilda Garré, que recurrió ala Corte“para evitar que siguieran extendiéndose las medidas cautelares sin resolver la cuestión de fondo”.

Ahora, al pronunciarse en el caso Zanotti, la Cortedispuso que los aumentos “deben calcularse no sobre el sueldo bruto, sino sobre el haber mensual”, que no incluye ni adicionales ni antigüedad. 


Y afirmó que no corresponde aplicar el cálculo sobre el aumento acumulado de cada año, sino sobre el sueldo de 2005, para “evitar una indebida repotenciación de los aumentos otorgados”. 

El tribunal revirtió, de ese modo, un criterio que la propia Corte había establecido en marzo de 2011, en la causa Salas. O sea, la Corte Suprema de Justicia contradijo, desdijo o modifico, según se quiera entender, su propio fallo anterior.

Cerca de Garré celebraron el fallo y revelaron que muchos agentes y oficiales “van a tener que devolver parte de los aumentos que habían recibido”.


“El fallo aumenta la sensación de desamparo entre los uniformados”, replicaron en el ámbito castrense, donde se lamentaba “la falta de reacción de los altos mandos”.


Por estas horas en los mandos militares hay preocupación ante el malestar creciente por este fallo. 


Al punto que los “que habían cobrado el aumento de marzo del 2011″, deberán devolverlos al estado.

¿Por qué deben devolverlos? Porquela Cortedice que los aumentos no remunerativos de 2005 a 2009 otorgados por el Gobierno se deben aplicar “no sobre el sueldo bruto sino sobre el haber mensual”, que no incluye antigüedad y adicionales. 


Y deben calcularse sobre el sueldo vigente en 2005 y no sobre el acumulado de cada año “para evitar una indebida repotenciación de los aumentos otorgados”.
Los más perjudicados no son solo los retirados sino también los de grados más bajos en actividad.


El Dr. Sebastian Bonder, especialista en el tema señala…: “en cuanto al Personal Activo, también sufrirá las consecuencias porque las sumas percibidas como suplementos y/o compensaciones serán calculadas tomando como base el sueldo que percibían en junio de 2005 y no sobre el de cada año posterior”. 


Con los haberes regularizados con este nuevo criterio, muchos terminarán percibiendo sumas inferiores y algunas sumas similares a las actuales.

De esta forma, el Alto Tribunal terminó por modificar la forma de liquidar los haberes y retroactivos, la cual había sido dispuesta en su oportunidad por el propio Poder Ejecutivo en los decretos que se están impugnando, “recortando así la deuda que mantiene el Estado con la familia militar en un 60%”, asegura Bonder. 


O sea, gana el Gobierno que se ahorra plata, se contradicela Corte, dejando abierta una puerta a la duda sobre porque modificó su propio criterio anterior y se tensa una situación que no tiene destino más allá de percibir que son un objeto dual entre el resentimiento por una historia pasada y la facilidad con que se puede afectar sus ingresos sin esperar ninguna reacción ni particular consideración social.

Lo cierto es que ahora conviven en el sector de las FFAA y FFSS tres tipos de sueldos. Primero el del personal del SIE que es integro y actualizado. Segundo el del personal dela PFque también lo es a partir de la decisión dela CSJNen el caso Oriolo. Y tercero el del personal de las FFAA, GN y PFN, que por derivación de la sentencia de ZANOTTI han perdido los derechos anteriores.


De no mediar alguna resolución del Poder Ejecutivo que remedie la situación solo quedaría la Corte Interamericanade Derechos Humanos que funciona en Washington, lo que implicaría varios años de espera y costos que todavía no hemos evaluado, dice la Dra.LinaRino en una opinión vertida en la web www.tiempomilitarweb.com.


En cuanto a medidas directas, señalala Dra.Rino, sugiero pensar en comunicaciones masivas a legisladores nacionales y provinciales, medios periodísticos, funcionarios del PE y PJ con la consigna que una Nación no puede ser soberana si sus FFAA, GN y PFN no tienen efectivos, sino carenciados.


Por eso también pueden comenzar a pedirse planes asistenciales también en forma masiva con asistencia de medios de prensa.
Por el otro, amén de las presentaciones que en los juicios haremos a fin de dar vuelta el fallo con un segundo aclaratorio, y retornar las cosas a su cauce normal, haremos las siguientes presentaciones, en los casos que los clientes consientan los términos de las mismas:

  • A la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
  • Al Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas y
  • Ala Comisiónde Expertos dela Organización Internacionaldel Trabajo.
En resumen, un tema delicado que aún no es grave, pero que carece de cualquier componente que permita especular con alteraciones del orden político institucional interno. Sí, el gobierno deberá siquiera considerar como se relacionará con estas FFAA que nada tienen que ver con la década de los 70 o los levantamientos carapintadas posteriores. 

 Especialmente si no quiere consolidar resentimientos en el presente por un pasado que no las referencia.